Nahir Galarza, condenada a prisión perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo, sorprendió en los últimos días por subir a Facebook fotos desde la Unidad Penal de Mujeres Número 6 de Paraná. En las imágenes, la joven aparece con otra mujer, de 28 años, a quien define como “hermana de otra vida”. Se trata de Soledad Yanina Lescano, acusada junto a su ex pareja, Miguel Ángel Cristo, por el crimen su hijastra de dos años. El 7 de febrero, la nena llegó desnutrida, con golpes y quemaduras. Las pericias determinaron que la menor presentaba el tabique nasal fracturado, quemaduras de cigarrillos, golpes en todo el cuerpo y la cara totalmente desfigurada. El médico que la atendió preciso a medios locales que “en 20 años de carrera nunca vi algo así. No puedo describir cómo llegó esa criatura”. Encima, horas más tarde nacería un hijo de la relación entre Lescano y Cristo. Ambos fueron imputados por el fiscal Juan Malvasio por homicidio triplemente calificado por el vínculo, por alevosía y por ensañamiento. De ser hallados culpables, la pena máxima es igual que la de Galarza: prisión perpetua. Lescano está presa en el mismo pabellón que Nahir, a pesar que gozaba de prisión domiciliaria con una tobillera electrónica porque tiene cuatro hijos y además estuvo en silla de ruedas un tiempo por las secuelas de una cesárea. Pero se la revocaron porque salió de su casa. “Ella hacía brujerías, macumbas y ritos con San la Muerte. Le hizo daño a él, le puso eso en la cabeza. Miguel no está en sí. Lo que hizo es imperdonable. Pero ella un día puso en Facebook que iba a morir una criatura y nacer otra. El día que muere mi nieta, nació mi otra nieta. Fue automáticamente. Como un hechizo negro. Si sabía lo que estaba pasando, entraba con un tanque a rescatar a la nena”, acusó el padre de Cristo. Nahir y Lescano se volvieron amigas en la cárcel de Mujeres de Paraná. “Hermana de otra vida”, la definió Nahir en su posteo reciente en las redes sociales y escribió: “Creen saber lo que nos pasó porque conocen nuestra condena (social) pero no nuestra historia. Hablar van a hablar igual”. Nahir y Soledad comparten, además, la afición por las cuestiones esotéricas. La creencia en vidas pasadas, los sueños telepáticos, las causalidades. A las dos les gusta la astrología. El castigo en el calabozo que recibió por haber posteado fotos y tener un celular (considerado “excesivo” por sus compañeras, algunas de las cuales tenían un teléfono móvil) no es el primer episodio conflictivo que vive Galarza en prisión. Nahir denunció ante la Justicia a una compañera por abuso sexual. Según declaró, la mujer le tocó la cola y estaba obsesionada con ella. La acusada negó todo y redobló la apuesta: aseguró que Nahir amenazó de muerte a ella y a otra compañera luego de una acalorada discusión. El 18 de agosto, en tanto, una guardiacárcel encontró un muñeco en su celda. Era una escoba cubierta con un trapo, un pantalón y un buzo con capucha. Las sospechas fueron que quería usarlo como reemplazo suyo ante una eventual intento de fuga. Los días de Nahir, en la cárcel, no son del todo tranquilos. En julio de 2018, Galarza fue condenada a cadena perpetua por el homicidio de Pastorizzo, ocurrido en diciembre de 2017 en Gualeguaychú. en agosto, Casación ratificó la pena. FUENTE: LMNeuquén