La Cámara de Diputados aprobó por 192 votos y 24 abstenciones la nueva ley de Alquileres, un proyecto consensuado entre el oficialismo y la oposición, que ahora será girada al Senado.  Entre las modificaciones con la anterior ley y en la reciente aprobación se encuentra la duración del contrato que actualmente es de dos años como mínimo y en el proyecto cambia a tres años como mínimo. También en la media sanción del proyecto proponen que la actualización sea anual (no cada seis meses) y de acuerdo con una fórmula mixta oficial, mitad inflación y mitad índice de salarios. La rescisión del contrato por parte del inquilino es que si desea irse anticipadamente y lo hace hasta tres meses antes de finalizar el contrato, no pagará indemnización. En cuanto a la garantía  proponen que al inmueble de un tercero se suman aval bancario, seguro de caución, garantía de fianza o garantía personal del inquilino (recibo de sueldo, al que puede sumarse el del o la cónyuge, o certificado de ingresos). De estas cuatro opciones, el inquilino le propondrá dos al propietario, que a su vez elegirá una para el contrato.  Respecto a la comisión inmobiliaria en el proyecto no establece nada al respecto. Inicialmente establecía que la pagaría el propietario, pero esta modificación fue desechada por el lobby del sector inmobiliario. Este punto quedará sujeto a las leyes provinciales. Por último, el depósito será solamente un mes como máximo y el monto no podrá ser mayor equivalente al primer mes de alquiler. A pesar de que la sesión estaba pactada a las 11:30, la discusión sobre la iniciativa arrancó pasadas las 2 de la tarde de este miércoles con las palabras del miembro informante del proyecto, el diputado Daniel Lipovetzky (PRO), presidente de la comisión de Legislación General, en la que se había consensuado la redacción. “Dos años [de contrato de alquiler como mínimo] implican que al año un inquilino ya tiene que estar pensando en que si no logra la renovación debe estar buscando otro inmueble. Por eso tres años es un plazo mínimo más acorde con la legislación en el mundo”, dijo Lipovetzky. A su turno, el kirchnerista cordobés Pablo Carro dijo que “esta ley terminará con la idea de que una persona que alquila y una inmobiliaria están en igualdad de condiciones”. Además, el diputado Adrián Grana manifestó que hoy “estamos tratando después de cuatro años que se había aprobado en el Senado una reforma a la ley de alquileres” y afirmó que esto sucede debido al cambio político que se avecina con el triunfo del Frente de Todos, cuando “vuelve a colarse una agenda a favor de los ciudadanos”. “Estoy satisfecho de haber llegado hasta acá y haber logrado un consenso para tener una nueva ley de alquileres”, apuntó.