El descenlace de la final de la Copa Libertadores dio para el llanto en todos los jugadores de River. De los más grandes a los más chicos, todo el equipo se mostró desconsolado porque la Copa se le escapó de las manos a muy poco del final. Y ahí, claro, estuvo Marcelo Gallardo para levantarlos a todos ellos: el Muñeco fue uno por uno a arengarlos, felicitarlos, tranquilizarlos. Pero después de unos minutos, también se vio cómo el técnico de River también necesitó de una voz que lo calmara, alguien para descargarse. Y ahí fue que Gallardo buscó consuelo en un personaje de muy bajo perfil en su equipo de trabajo. ¿De quién se trata? De Marcelo Tulbovitz, uno de los preparadores físicos de este River. El profe uruguayo contuvo a MG, que apoyó la cabeza en su pecho por unos segundos. Tulbovitz, que se incorporó al equipo de trabajo del Muñeco a principios del año pasado, lo abrazó y le dio palabras de aliento al entrenador.  Y es que además de trabajar con él, Tulbovitz es amigo personal de Gallardo, que lo conoce desde hace tiempo y que ya había sido su profe cuando el Muñeco dirigía a Nacional de Montevideo en 2012. De 58 años, es un tipo al que en River todos destacan por su nivel profesional pero también por ser muy positivo para el grupo, por estar siempre de buen humor. Y en medio del Monumental de Lima, por un momento pareció tomar casi un rol de padre con el entrenador. Una linda imagen entre la tristeza de no haber podido obtener el resultado que River mereció en la cancha. FUENTE: Olé