Este domingo 24 de noviembre estaba previsto el balotaje presidencial en Argentina. ¿Por qué no ocurrió? Porque el pasado 27 de octubre, Alberto Fernández se impuso ante Mauricio Macri y fue elegido como nuevo presidente argentino. ¿Qué debía pasar para que ocurriese una segunda vuelta? De acuerdo con el sistema electoral establecido a partir de la reforma constitucional de 1994 (antes no existía la segunda vuelta), para ganar en primera vuelta el candidato más votado debe obtener 45% de los votos afirmativos, es decir sin contabilizar los blancos. Si supera esa cifra, no importa cuál es la diferencia con el segundo candidato. Podría ganar por solo un voto de diferencia. Una alternativa es que el candidato ganador obtenga entre 40 y 44,99% y que le saque 10 puntos de diferencia al segundo. En este caso también se consagrará ganador sin necesidad de recurrir a la segunda vuelta. Esto no ocurrió porque el candidato del Frente de Todos obtuvo el 48% de los votos contra el 40% del actual mandatario nacional.