Mientras muchos adolescentes reniegan cada mañana porque tienen que ir al colegio, Rodrigo Videla se levanta todos los días con una sonrisa. De hecho, se pone triste cuando, por algún motivo, no puede ir a clases. Tiene 24 años y nació con parálisis cerebral, lo que le impide hablar y caminar. Este lunes, en una jornada muy emotiva el joven se convirtió en abanderado de la institución. Además es diabético, insulino dependiente, y todos los esfuerzos pudo enfrentarlos con ayuda de sus padres que hicieron todo para que él pudiera seguir estudiando.