Miércoles 24.04.2024
Actualizado hace 10min.

Con nuevas pruebas Máximo Thomsen, es el rugbier más complicado

Durante las ruedas de reconocimiento fue el más señalado por los asistentes al reconocimiento. Además esta semana se sumaron nuevas pruebas, testimonios y videos, que complican aún más al joven de 20 años. 

COMPARTÍ ESTA NOTA

Máximo Pablo Thomsen, “Machu” para sus amigos es el rugbier más complicado del grupo que asesino a Fernando Báez. Hace diez días Máximo duerme en la cárcel. El sector de alcaidía del penal de Dolores lo recibió con una cama cucheta en una sala colectiva: sus nueve amigos de Zárate están junto a él en la cárcel centenaria, aislados de otros presos.

Es su primera vez en la cárcel, con 20 años de edad, no tiene antecedentes penales en la provincia, no figura en los legajos del Ministerio de Seguridad o en el sistema de la fiscalía general en Campana, con jurisdicción en Zárate.

Entre todos los acusados de lo que se considera en el código de los presos como un crimen de cobardes, Thomsen se lleva la peor parte: es el más complicado de todos. Junto a Ciro Pertossi, jugador del Arsenal, fue acusado de la autoría material del crimen en un primer momento. Sin embargo, los testigos en las ruedas de reconocimiento apuntaron directamente contra él. “Qué cagada se mandaron”, le dijo uno de los “extras” en las ruedas, jóvenes reclutados por la Policía Bonaerense para mezclarse entre los imputados. “Sí, sí”, le respondió Thomsen, gastado, con la cara demacrada de no dormir. Thomsen habla menos que antes. A mediados de la semana pasada le había dicho a otro “extra” que el ataque había sido “una pelea común, pero desmedida”. Cuando cayeron los diez, Thomsen ofició de capitán junto a Ciro, los calmó a todos en la comisaría, trató de mantener un frente unido, dicen fuentes cerca del caso. Luego se negó a declarar, se negó a entregar la clave de su iPhone que fue enviado a la Policía Federal para ser peritado.

Los videos de la noche del crimen lo ponen en un rol preponderante, vestido con una camisa negra semiabierta, bermudas. Se lo ve eufórico junto a Fernando Báez Sosa, golpeado en el piso mientras comenzaba a morir. Se incautó un par de zapatillas ensangrentadas en la casa que ocupaban los rugbiers en la zona de Pinar del Norte que serán peritadas: en ese video, Thomsen tiene un par idéntico, chatas de lona negra, suela blanca.

También puedes leer: La Policía identificó el modelo de zapatilla con la que patearon a Fernando

Otro video lo muestra en una posición incómoda: es el del interior de la disco Le Brique, en donde se ve cómo un patovica lo echa tomado del cuello. Tuvo que usar la fuerza contra Thomsen, le aplicó una llave mata-leao, o mataleón, típica del jiu-jitsu brasileño y las artes marciales mixtas. También hay otras pruebas, nuevas, testimonios, dedos que le van directamente a la cara.

Son dos testimonios, de dos chicos que estuvieron presentes en el momento en el que asesinaban a Fernando Sosa en la puerta del boliche Le Brique y que decidieron hablar ante la fiscal del caso, Verónica Zamboni. Las declaraciones para la Justicia son claves porque ninguno de ellos es amigo de la víctima, espectadores neutrales del trágico crimen.

Fuente: Infobae