El Papa Francisco llamó este domingo a Graciela y Silvino, los padres de Fernando Báez Sosa, asesinado por una patota de rugbiers en Villa Gesell, para solidarizarse por su pérdida. Según relataron a TN.com.ar fuentes cercanas al caso, Francisco llamó personalmente este domingo a la mañana por teléfono al celular de los papás de Fernando. Aunque allegados al Vaticano y a la familia de la víctima aclararon que se trató de un “diálogo privado” y no quisieron detallar el contenido del mismo, dejaron trascender que se trató de "un gesto y un mensaje del Papa para la sociedad, ante las situaciones de violencia que se vive en estos momentos en la Argentina y el mundo”. No fue un gesto más de solidaridad. La familia Báez Sosa es muy creyente. De hecho, el joven concurría a un colegio católico, el Marianista, fundado por la Sociedad de María. Fernando dedicaba parte de su tiempo para el bienestar de la comunidad. Por eso colaboraba con la ONG Seres vs Teneres en la localidad bonaerense de Marcos Paz en busca de la "transformación social", como lo recordaron voluntarios de la organización. Silvino y Graciela realizaron el sábado una misa "por el descanso eterno" de Fernando en la parroquia San Agustín, de la avenida Las Heras 2560, acompañados por la novia del joven, Julieta Rossi, familiares, amigos, vecinos y personas conmovidas por el crimen. La investigación, mientras tanto, no se detiene. En las ruedas de reconocimiento, los testigos identificaron a nueve de los diez rugbiers detenidos. Los imputados por el crimen fueron alojados en una cárcel del Servicio Penitenciario bonaerense en Dolores. El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, precisó en TN que convocará a los médicos que realizaron la autopsia a la víctima para que especifiquen las lesiones detectadas. Fernando murió por un "traumatismo de cráneo", pero también tenía hematomas en el hígado, es decir que le pegaron en casi todo el cuerpo incluso cuando cayó al piso. FUENTE: TN