Durante la asunción del presidente Alberto Fernández el pasado 10 de diciembre ante la Asamblea legislativa, hubo un momento que fue captado por todos los flashes, el del tenso saludo entre Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri. La cara de incomodidad de la exmandataria dio la vuelta al mundo y generó aceptación y rechazo a un lado y otro de la grieta. En el marco de la presentación de su libro “Sinceramente” este sábado en la 29° Feria Internacional del Libro de La Habana, Cristina explicó el por qué de su peculiar gesto. “Quiero contar la historia verdadera. En realidad cuando me extendió la mano, quiero ser sincera para explicar un poco por qué esa cara, que no es que la puse, me salió”, comenzó la vicepresidenta, ante un auditorio en el que se encontraba el presidente cubano, Miguel Díaz Canel. “Pero voy a explicar por qué me salió –después de ocho años de Presidenta, otros tantos de legisladora podría controlar un poquito los gestitos y las miraditas. Pero qué pasa cuando él me extendió la mano. Quiero contarles que por un instante pensé en no dársela. O sea, por la cabeza mía, en segundos, pensé ‘¿se la doy, no se la doy?’”, relató Cristina, ante las risas del público presente. “La verdad que no se la quería dar, pero porque no soy hipócrita y, la verdad que después de todo lo que había hecho contra mí y contra mi familia, me parecía casi un gesto de hipocresía. Yo no soy de las personas que si no te quiero, te hago la sonrisita o te abrazo. No, no te digo nada, pero tampoco finjo. No me gusta fingir, en definitiva, nada. Mis sentimientos, son mis sentimientos y los respeto”, continuó. “La cuestión es que cuando extiende la mano, yo pensé en milésimas de segundos, ‘¿se la doy o no se la doy? y ¿qué van a decir? y mañana va a ser un escándalo que no le diste la mano y me imaginaba a todas esas mujeres diciendo ‘viste que no le dio la mano’. Bueno, agarré y le dí la mano, pero mientras pensaba todo eso, la cara se me iba transformando y ese es el resultado”, cerró Cristina Fernández de Kirchner. La exmandataria había acusado -durante la charla en La Habana- al expresidente, Mauricio Macri, de ser uno de los responsables de la persecución judicial en su contra. "En la Argentina el lawfare tuvo un componente mafioso: ir contra la familia. Esto se tradujo en la persecución a mis hijos pero especialmente a Florencia, tal vez por verla vulnerable, tal vez porque advirtieron en mi vida cotidiana era un lugar muy especial para mí", señaló la ex mandataria en la histórica Fortaleza de San Carlos de la Cabaña en La Habana. En este sentido, concluyó: "Debe ser ese componente mafioso los ancestros de quien fuera Presidente, como dijo un columnista del diario Página 12". FUENTE: Ámbito