Argentina, marzo de 1976, un nuevo gobierno militar llega al poder. El General Rafael Videla empezaba en su mando de presidente de la República Argentina. Dos años más tarde llegó junio del ‘78: el mes de la Copa del Mundial de Fútbol.  Después de muchos años, la Selección Argentina y todo un país apostaban al juego en la cancha. La familia, amigos, vecinos se reunían para ver los partidos y confiar en el plantel argentino para llegar a la final. Mientras tanto, se comentaba que desde marzo con la llegada de los militares al gobierno comenzaron a desaparecer personas, sobre todo, jóvenes militantes. En las Universidades Públicas algunas carreras fueron cerradas y prohibieron estudiar ciertos autores. Las asambleas y reuniones de los Centros de Estudiantes Universitarios pasaron a ser reuniones privadas, los jóvenes se escondían por miedo a la represión.  Las calles de las ciudades se vestían de banderas argentinas, las vidrieras de celeste y blanco, y cada partido ganado de Argentina era un gran festejo por los ciudadanos porque cada vez más Argentina estaba cerca de la final.  El Director Técnico era César Luis Menotti y formó el seleccionado con 22 hombres: Daniel Bertoni, Leopoldo Luque, Jorge Mario Olguín, Norberto Alonso, Miguel Oviedo, Rubén Pagnanini, Daniel Passarella, Alberto Tarantini, Héctor Baley, Ricardo Villa, Ricardo La Volpe, Mario Kempes, Ubaldo Fillol, Daniel Killer, Américo Gallego, Rubén Galván, Omar Larrosa, Luis Galván, Oscar Ortiz, Osvaldo Ardiles, René Houseman, José Daniel Valencia. Reconocidos hoy y siempre por sus habilidades en la cancha y lograr la Copa del Mundo para Argentina.  Antes de que llegara el partido de la final, en la segunda fase, se dice que Rafael Videla visitó el vestuario de Perú porque era el seleccionado que Argentina enfrentaba. Según escritos que quedaron en la historia del país, el 6 a 0 del seleccionado argentino con el peruano fue el resultado de presiones y acuerdos del General Videla con aquel país.  La Copa del Mundo se disputó en el Monumental y cerca del estadio se encuentra la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), allí se encontraban secuestradas esas personas que se comentaban que “desaparecían” sin motivo, sin razón o se iban y no regresaban a sus casas. Violaciones, torturas, muertes, abusos sexuales, jóvenes embarazadas que parieron a sus hijas e hijos en la clandestinidad y fueron entregados “legalmente” a familias que esperaban en listas para adoptar.    Mucho tiempo después se supo que fueron 30 mil los desaparecidos por los militares.  Sin embargo, el 1978 fue y es un año que quedó grabado en la historia del país porque Argentina ganó el Mundial de Fútbol. La tristeza, el dolor y la ausencia aún siguen presentes.  “Nunca hablé ni un segundo con Jorge Rafael Videla. Yo no entendía la lucha armada. A mí me decían en aquella época que no les diera notas a los chicos de la Juventud Comunista. Yo sabía lo que pasaba con los militares, pero esa crueldad con los desaparecidos no la imaginaba”, dijo César Luis Menotti hace unos años a un diario de Mar del Plata, que fue replicado por muchos medios del país.