En su visita a Villa La Angostura después de celebrar acuerdos con el gobernador neuquino Omar Gutiérrez, el presidente Alberto Fernández les envió un mensaje a quienes señalan que se enamoró del aislamiento como principal herramienta para combatir al coronavirus al asegurar que "nadie puede estar feliz en cuarentena, pero es un sacrificio que hay que hacer". "A los que piensan que me enamoré de la cuarentena les pido que reflexionen, quién puede estar feliz en cuarentena, nadie, pero es un sacrificio que hay que hacer. Nadie cree que es grato tener que restringir. Es muy ingrato, pero cuando lo hacemos estamos cuidando la vida nuestra y la de otros", insistió en declaraciones radiales a LU5 de Neuquén. Aprovechó el presidente y retomó aquella polémica sobre su comparación entre Suecia y Noruega. En esa oportunidad, durante una de las conferencias de prensa en las que extendió la cuarentena, puntualizó que por no haber impuesto restricciones, Suecia había sufrido muchos más muertos que Noruega. "Cuando hice el comentario sobre Suecia no estaba poniendo en tela de juicio cómo funciona, estaba diciendo que fue más flexible y tuvo los mismos resultados económicos. La diferencia fueron vidas", sostuvo el jefe del Estado. Fernández habló pocos minutos antes de almorzar un cordero patagónico que, según precisaron, asó el propio gobernador neuquino, a quien el mandatario elogió pese a pertenecer a espacios políticos diferentes. "Ya a esta altura es un amigo, que tenemos una mirada muy clara de la Argentina, que si bien venimos de partidos distintos pensamos la Argentina igual", remarcó Fernández. Enfatizó el presidente que para él "el secreto es potenciar los acuerdos y no potenciar los desencuentros", y puso en esa misma lista al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: "Con él puedo trabajar muy bien también", dijo. Para el mandatario "no puede ser que un gobernador que no es del color político que gobierna quede postergado", y retomó el ejemplo de Gildo Insfrán en Formosa, a quien visito la última semana. "En Formosa habían quedado 30 kilómetros por construir de un gasoducto cuando Cristina (Kirchner) se fue, pero no lo hicieron porque el gobernador era de otro color político. ¿A quién le perjudican la vida, al gobernador o a la gente?", cuestionó. FUENTE: Clarín