Leopoldo Jacinto Luque apodado como “El Pulpo”, integraba la selección argentina en el Mundial ’78 y transpiró la camiseta 14 en su posición como centrodelantero titular del plantel dirigido por César Luis Menotti.  Durante la Copa del Mundo Jacinto marcó cuatro goles y se convirtió en el segundo goleador detrás de Mario Kempes.  Leopoldo cuenta a Dame Noticias que inició su camino en el fútbol en las inferiores de Unión de Santa Fe, “empecé a jugar en un equipo de la Liga Independiente de Fútbol que la habían armado unos amigos. Yo tenía entre 15 y 16 años y jugaba con los más grandes, me fui a probar en Unión que la prueba fue cortita de 15 y 20 minutos. Los dirigentes me dijeron queremos hablar con tu papá y mamá, fui a la Liga santafesina de fútbol y fiché ahí en Unión”. Con el paso del tiempo, Luque transitó por varios clubes como Sportivo Guadalupe de la Liga Santafesina, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Central Norte de Salta, Rosario Central, River Plate. En el plantel del Millonario se destacó por sus habilidades donde convirtió más de 70 goles en su posición como centrodelantero. “Hice toda la carrera en Unión hasta los 19 que me prestaron a Gimnasia ‘para que me vaya haciendo hombre’, según ellos. En seis y ocho meses hice más o menos 45 goles, y al jugar en Atenas los de Unión se dieron cuenta y me dieron la oportunidad. Ahí ascendimos a primera división”, recuerda el futbolista que tiene presente cada momento de su carrera. Inmediatamente y con precisión, Leopoldo dijo: “El 19 de septiembre de 1975 me vendieron a River y debute el 21 cuando se jugaban todos los clásicos”.  Aquel 21 de septiembre llegaba la primavera y Jacinto Luque llegaba a la Bombonera para convertir el segundo gol de desempate en el último minuto y llevarse el Superclásico, “jugué para River, debuté para River y ganamos 2 a 1. Fue más o menos un gol similar al que, le hice a Francia”.  Llegar a la selección argentina y jugar un mundial es un sueño que todo jugador de fútbol tiene, y Leopoldo no fue la excepción, mientras charlaba con Dame Noticias recordaba que veía los mundiales desde la televisión en su casa “Yo siempre decía quiero jugar en el mundial”. También puedes leer: Mundial del ’78: La Selección Argentina alzó la copa ¿y la dictadura militar alzó la Copa de la represión? Y en 1978 llegó a integrar el plantel de la albiceleste y se destacó en los partidos de la selección hasta la final con el triunfo de levantar la Copa del Mundo. A 42 años de aquella fiesta del fútbol, las y los argentinos recuerdan el partido de Argentina con Francia donde terminó jugando vendado porque se había luxado el hombro. “El mundial lo viví con alegrías y demasiadas amarguras, antes del partido con Francia como Yo soy de Santa Fe mis hermanos, hermanas y padres vivían allí. Mi hermano viajo a Buenos Aires a ver el partido Argentina- Francia, y en la Panamericana a la altura de San Isidro había un camión estacionado, él iba en una camioneta con un amigo, para mí se durmieron y chocaron”, recordó Jacinto. En ese momento no le avisaron lo sucedido por orden de su papá y mamá y la mujer de su hermano, porque el accidente fue en la mañana y a la tarde jugaba Argentina. Sobre aquella tragedia, Jacinto sostuvo que al día siguiente le informaron sobre lo sucedido y viajó a su provincia natal para despedir a su hermano. A pesar de eso, tanto Leopoldo como sus compañeros y todo el pueblo argentino celebraron los 90 minutos contra Francia, “anduve bien hice un gol espectacular que clasificamos y pasamos a la otra ronda”, reconoce Jacinto y ahí sufrió la luxación de su codo.   “El médico me había hecho un vendaje porque el codo se me había salido de lugar y es un dolor espantoso, se jugaba demasiado fuerte. Me pusieron anestesia y les dije yo quiero seguir, ‘no podes’, me contestaron. Si porque Yo quiero que mi mamá, mi papá y mi familia vean que estoy bien”, relata el excampeón. Ese día los festejos por la clasificación estuvo presente en los rostros de los argentinos, en algunos, porque metros del Monumental continuaban los secuestros de jóvenes y las madres marchaban en la Plaza de Mayo. Sobre el ese hecho, Leopoldo expresa que él y sus compañeros no sabían nada estaban igual que el pueblo argentino. “Con los militares nosotros no tuvimos relación, pero cuando concentrábamos estábamos rodeados por soldados en cada esquina del predio, armados hasta los dientes. Nosotros creíamos que era la subversión”. También puedes leer: Mundial del ’78: globos, palomas blancas y jóvenes al ritmo de la banda militar Y agregó: “El roce que tuvimos fue mínimo, a mí se me murió mi hermano, me fui y volví a jugar el partido y nos saludaron en la cancha, pero ninguno de los tres Videla, Agosti y Massera jamás me dijeron ‘Leopoldo sabemos lo que paso con tu hermano, te acompaño en el sentimiento, que necesitas’. Por último, Luque contó que hace 24 años tiene una escuela de fútbol, “me encanta jugar con los chicos, hablarles, enseñarles. Yo a los chicos los trato bien, no digo insultos porque tenemos que formarlos como deportistas y eso tenemos que hacer nosotros”. Carolina Gonzalez, periodista.