En las últimas horas, el principal apuntado del crimen de Rubén Quiroga confesó ser el culpable y expuso el lugar donde escondió el arma. Fue en el momento en que Luis Montaño quebró en lágrimas ante el juez Javier Alonso cuando se lo interrogaba para conocer más del aberrante caso que sacudió a todo el departamento de Iglesia. Según fuentes allegadas al caso, Montaño tiró el arma en una zona alejada de la casa en la que convivía con Glenda Návila Aciar, su pareja y amante de Quiroga. El hallazgo de este elemento ayudaría a resolver diversas cuestiones para la investigación del asesinato, ya que se le realizarán pericias para encontrar pruebas de la culpabilidad del supuesto criminal. Por otra parte, también se busca conocer dónde se encontraba Aciar al momento de los hechos. En las pericias al celular del fallecido, se supo que Quiroga estuvo por última vez en la casa de la mujer.