El gobierno nacional estudia en estos momentos un posible aumento en el precio de los combustibles. Según entienden en la Casa Rosada y las mismas empresa petroleras, el retraso en los valores actuales alcanza un 16%. El presidente Alberto Fernández le encargó al ministro de Economía, Martín Guzmán, que analice la situación y evalúe cuál podría ser el ajuste. De materializarse, el incremento podría ser de entre el 7 y 10 por ciento. Las petroleras se vieron fuertemente afectadas por el aislamiento obligatorio por coronavirus, ya que la baja en la circulación de la gente significó una caída del 90 por ciento en el consumo de nafta y gasoil entre abril y mayo. En este contexto, la estatal YPF presenta pérdidas significativas. Los incrementos, que no tienen el visto bueno de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, generarían costos más elevados de transporte, lo que encarecería toda la cadena productiva.