Apartir de las cuatro de la tarde el Senado volverá a discutir en sesión la legalización del aborto. En las crónicas periodísticas de la previa de la discusión de 2018 se anunciaba un rechazo seguro —lo que terminó produciéndose—. Pero en esta ocasión las chances de que sea ley son serias. En la madrugada del jueves 9 de agosto de 2018, la Cámara Alta rechazó la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), un proyecto que había sido presentado por más de 70 diputados nacionales, cuyo texto fue elaborado por la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Aquella votación terminó con 38 votos en contra y 31 a favor, y dos abstenciones, las del peronista santafesino Omar Perotti y la de la neuquina Lucila Crexell. Noticia relacionada: “Movilización por la vida”: sanjuaninos se congregan en contra del aborto   Ahora, según un conteo previsional realizado por este medio, los números son diferentes: quienes promueven la legalización del aborto llevan una ventaja ajustada, pero ventaja al fin. Y podría inclusive ser aún mayor de confirmarse algunas versiones sobre conversaciones y gestiones internas realizadas por el Frente de Todos (FDT). Al cierre de esta nota se contaban 35 votos afirmativos, 34 negativos y dos senadoras que aún mantienen su posición en incógnito: la radical entrerriana Stella Maris Olalla y —otra vez— Crexell. La licencia del peronista tucumano José Alperovich es hasta el jueves 31 y, aunque podría retomar su banca en cualquier momento, hizo saber que no concurrirá a la sesión. Si estuviera Alperovich, los celestes tendrían un voto más. Pero no. Además, los celestes podrían tener otro voto menos, el de Carlos Menem, que permanece internado y su situación de salud es delicada. En el entorno del expresidente de la Nación (1989-1999) descartaron que vaya a participar de la sesión y, en consecuencia, que vaya a votar.