Eduardo Cáceres regresó a trabajar este viernes y Gimena Martinazzo inmediatamente utilizó las redes para criticar la vuelta al congreso del sanjuanino, que está procesado por violencia de género. La Justicia de San Juan procesó por lesiones leves agravadas por el vínculo al diputado nacional del PRO Eduardo Cáceres, acusado de golpear a su ex pareja, la dirigente también del PRO Gimena Martinazzo. Así lo resolvió el juez Federico Rodríguez, del Cuarto Juzgado Correccional, en una resolución de primera instancia que, según adelantó el propio Cárceres, será apelado por la defensa. El fallo no contempla la prisión preventiva e impone un embargo por 250.000 pesos sobre los bienes del legislador sanjuanino. El caso comenzó a investigarse a partir de la denuncia radicada el 25 de noviembre pasado, dos días después de la presunta agresión. Desde ese momento, comenzó la instrucción que  concluyó con el primer dictamen. "Eduardo Cáceres retomó sus funciones como diputado en el Congreso de la Nación. No es casual que suceda en la misma semana que el femicidio de Úrsula Bohillo, es el efecto de la misma causa: la indiferencia del Estado para con las mujeres que sufrimos violencia de género. Con el agravante de que un diputado de la nación es creador de leyes y, en este caso, el que las viola también", escribió  Gimena Martinazzo en su cuenta de Facebook. Eduardo Cáceres publicó esta imagen en su cuenta de Facebook. Además el comuniado siguió: "Eduardo Cáceres está procesado, es decir, la Justicia tiene semiplena prueba de su culpabilidad. Sin embargo vuelve a ocupar la banca de los sanjuaninos y de las sanjuaninas con la misma impunidad con la que el femicida de Úrsula se paseaba libre a pesar de las 18 denuncias que radicó la victima antes de morir. La impunidad que les otorgan sus pares cuando los protegen por acción u omisión". Por otra parte, recalcó "Un diputado que está procesado como lo está Cáceres no debe estar en el mismo recinto donde se sentaron hombres y mujeres de Estado de la talla de Guillermo Rawson y Domingo F. Sarmiento. Casualmente fue Sarmiento el que dijo que «el grado de civilización de una sociedad se mide por el lugar que ocupa la mujer». ¿Qué lugar ocupamos las mujeres en la sociedad cuando el agresor se sienta en una banca de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación?". El texto completo de Gimena Martinazzo: Hoy, Eduardo Cáceres retomó  sus funciones como diputado en el Congreso de la Nación.  No es casual que suceda en la misma semana que el femicidio de Úrsula Bohillo, es el efecto de la misma causa: la indiferencia del Estado para con las mujeres que sufrimos violencia de género. Con el agravante de que un diputado de la nación es creador de leyes y, en este caso, el que las viola también. Eduardo Cáceres está  procesado, es decir, la Justicia tiene semiplena prueba de su culpabilidad. Sin embargo vuelve a ocupar la banca de los sanjuaninos y de las sanjuaninas con la misma impunidad con la que el femicida de Úrsula se paseaba libre a pesar de las 18 denuncias que radicó  la victima antes de morir. La impunidad que les otorgan sus pares cuando los protegen por acción u omisión. El articulo 66 de la Constitución Nacional reglamenta la disciplina del Congreso de la Nación, otorga herramientas para la remoción de un congresista por «inhabilidad física o moral». La Constitución, sabiamente, otorga el mecanismo para la protección de la honorabilidad de las Cámaras. Pero el problema es que en el afán de proteger a los violentos, el Estado se vuelve contra Úrsula contra Micaela, contra mi y las cientos de miles de mujeres que día a día sufrimos el calvario de la violencia física, espiritual y psicológica. En el caso de Eduardo Cáceres falta la decisión política de removerlo. Los instrumentos están. Un diputado que está  procesado como lo está  Cáceres no debe estar en el mismo recinto donde se sentaron hombres y mujeres de Estado de la talla de Guillermo Rawson y Domingo F. Sarmiento. Casualmente fue Sarmiento el que dijo que «el grado de civilización de una sociedad se mide  por el lugar que ocupa la mujer». ¿Qué lugar ocupamos las mujeres en la sociedad cuando el agresor se sienta en una banca de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación?  Ver a mi agresor legislando me causa la misma sensación de desamparo que sienten muchas mujeres cuando sus agresores violan perimetrales, son protegidos por sus compañeros de trabajo, etc. Pero son ustedes, fundamentalmente los jóvenes, cuando se movilizan por las calles, cuando piden Justicia los que me transmiten fuerza y esperanza. También los partidos, las agrupaciones y los dirigentes que me hacen llegar su solidaridad.    Los cimientos del sistema se están moviendo mal que pese a muchos y ante la alegría de quienes apostamos por ese «otro mundo es posible» en el que las mujeres no tengamos miedo y seamos respetadas. Es tiempo de que los tres Poderes del Estado tomen nota y no encubran a los violentos. La sociedad se los reclama, se los pide en la calle. Hagan algo. Basta de impunidad, basta de violencia. Es tiempo de cambiar la foto. La hora es ahora y ahora es la hora. Para solicitar ayuda en contexto de violencia intrafamiliar o de género: Oficinas de la Dirección de la Mujer, en 25 de Mayo 451 oeste. Asesoramiento a los teléfonos 422 2713/422 1358 y en cada una de las áreas municipales. Llamada gratuita en la Línea Mujer 0800 666 6351 las 24 horas. Las 24 horas del día, se podrá enviar un mensaje de WhatsApp al 264-486-5622. CAVIG, en Rivadavia 425 oeste esquina Alem, Capital. Teléfonos: 422 2321/421 0013.