"Nunca Más", un grito que sigue vigente a 45 años del golpe cívico militar de 1976bqie derrocó al gobierno democrático de María Isabel de Perón.  Para conmemorar este miércoles y reconocer la lucha de organizaciones de la provincia, Dame Noticias se comunicó con personas comprometidas seguir las causas judiciales para enjuiciar a represores de la dictadura.  También puedes leer: Estudiantes universitarios se suman a la campaña nacional "Plantamos Memoria" Victoria Benítez, militante por los derechos humanos y de la asociación H.I.J.O.S y vicedirectora de la Dirección de la Mujer de San Juan Soy hija de Elvira Orfila Benítez desaparecida de la última dictadura. Ha 45 años del terrorismo de Estado que vivió nuestro país y nuestra patria seguimos gritando por la justicia, verdad y memoria. Llevamos esa bandera desde el amor como nos enseñaron nuestras queridas abuelas y madres de plaza de mayo. A mí vieja se la llevaron de Mendoza tenía 23 años y así como está tenemos 30.000 historias similares. Ahora y siempre presente. Mí mamá era de Montoneros, la mataron por peronista por pelear por una Patri libre y con justicia social. Yo soy peronista como mí abuelo, Segundo Benítez, diputado peronista de la época del gobernador Eloy P. Camus Este año con la consigna de plantar un árbol que por la pandemia no podemos marchar como los veníamos haciendo hace años y esto es en memoria de las y los compañeros desaparecidos. Ahora más que nunca vamos a seguir peleando y nos vamos a parar hasta encontrar el último compañero.  Federico Sambrizzi, profesor en Ciencias de la Educación. En representación al Movimiento Universitario de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNSJ  La última dictadura cívico-militar (1976-1983), autodenominado proceso de reorganización nacional, fue uno de los capítulos más tristes e inaceptables de nuestra historia reciente, que nos hace una invitación a la permanente reflexión y concientización de la responsabilidad que tenemos todos y cada uno, en la construcción y re-construcción de una sociedad más igualitaria, más justa.  El pañuelo blanco -símbolo de lucha de aquellas mujeres que se enfrentaron a un régimen poderoso y perverso, que les robó de sus manos a sus hijos y nietos-, las marchas, el nunca más, los nietos recuperados, entre tantas otras. Hoy elijo remitirme a una. Al testimonio de aquella nieta recuperada que  había sido apropiada por los mismos responsables de la desaparición de sus padres. Ella entre lágrimas decía: “Duele, pero no cambio por nada la verdad, esta es mi verdad”, y si… se nos eriza la piel de pensar que hubo un sistema, repleto de perversión (y de complicidad), que se dedicó a la tortura y desaparición de personas y, asimismo, a la apropiación y venta de sus hijos.  defender la democracia es una responsabilidad inherente a nuestro lugar de ciudadanos. Discutamos, nos enojemos, incomodemos. Digamos firmemente, que no fueron “victimas que obedecían órdenes”, fueron asesinos, perversos, que con los recursos del Estado, se volvieron en contra del pueblo que juraron defender. Elisa, estudiante de la Universidad Nacional de San Juan e integrante de la agrupación universitaria Creando Es un día que nos tomamos para reflexionar y dejar muy en claro que no queremos nunca más una dictadura en nuestro país. Es una fecha que nos atraviesa y nos hace replantearnos todo lo que implica la militancia y la vida política, y levantar con más fuerza las banderas de memoria, verdad y justicia. Nuestras Madres y Abuelas son un ejemplo de lucha y de amor de la cual somos responsables y tenemos la obligación de continuar incansablemente. Fueron 30.000, la lucha sigue. Luciana Masuelos, integrante de Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH)  En esta fecha repudiamos la decisión  de  la Cámara de Casación Penal que le otorgó la prisión domiciliara al genocida, ex jefe de inteligencia, Jorge Olivera.  Olivera fue condenado en el juicio de Lesa Humanidad en San Juan por los delitos de secuestro, privación de la libertad, torturas y abuso sexual.  Con el agravante que se fugó en dos oportunidades. Seguimos reclamando Memoria, Verdad y Justicia, nuestra lucha no se demora ni se detienen. Sabemos que a partir de ahora las calles serán peligrosas porque un genocida está suelto.  Todavía la gran mayoría de los empresarios, militares, policías, funcionarios, jueces, curas, obispos y civiles que fueron parte de los años del terrorismo de Estado siguen libres. Ellos son sus cómplices.  Decimos Nunca Más a la justicia que mira para otro lado, Nunca Más  la complicidad, Nunca Más el silencio.  El Mejor Lugar para un genocida es la Cárcel.                                                            Foto: Jorge Olivera condenado por cometer delitos de lesa humanidad.    Dolores Cordoba, licenciada en Ciencias Políticas, docente de la Universidad Nacional de San Juan y militante por los derechos humanos  El 24 de marzo de 1976 fue el golpe más sangriento y genocida de la historia argentina. Ese golpe vino a sacar a Isabel Martínez de Perón que consolidó la dictadura, cambio el rumbo económico, político, social y cultural de la Argentina. Fue la implantación de un modelo neoliberal para algunos y con intereses extranjeros. Costó la cantidad de las y los 30.000 desaparecidos/as, de los torturados que fue para controlar lo económico, político e institucional del país que fue por parte de un sector oligárquico y financiero de la economía. La organización de los Derechos Humanos que tiene a las madres como ejemplo de resistencia esas "las locas de plaza de mayo" lograron que se hicieran juicios que fueron intentado la impunidad de las leyes de Obediencia Debida y de Indulto con Menem. Todavía tenemos un bajo porcentaje de juicios.  Cuando articulamos a las memorias de las víctimas contra las dictadura es que queremos recuperar a los compañeros, compañeras y compañeres que sea una revolución que puedan ser felices les niñez diverses y tener derechos. También puede reivindicar el genocidio de los pueblos originarios que se eligieron sobre matanzas y en la memoria de los desaparecidos en democracia a Raúl Tellechea.