Una enfermera se habr&iacute;a negado a realizar un test de extracci&oacute;n sangu&iacute;nea y de orina a un preso porque deb&iacute;a atender un &ldquo;c&oacute;digo rojo&rdquo; -un paciente estaba cursando un infarto y deb&iacute;a ser llevado de urgencia a un cuarto especial para evitar que se muera- y fue esposada por una mujer polic&iacute;a que le habr&iacute;a quitado las esposas al detenido y se las habr&iacute;a colocado a la sanitaria. El hecho ocurri&oacute; el domingo &uacute;ltimo en la Unidad de Pronta Atenci&oacute;n N&deg; 5 (UPA 5), situada en la localidad bonaerense de Longchamps. Por otro lado, desde el parte de la fuerza niegan lo sucedido y, siguiendo los dichos de la oficial involucrada, dieron una segunda versi&oacute;n: aseguran que la profesional de la salud los recibi&oacute; de forma agresiva y se habr&iacute;a abalanzado sobre la efectivo. Lo cierto es que en las im&aacute;genes, compartidas a Opini&oacute;n Frontal por la periodista Karina Cambiella, se puede ver el momento exacto en que la demorada pide a gritos y angustiada que la dejen ir porque ten&iacute;a que atender al paciente infartado, tal y como indica la primer versi&oacute;n. A todo esto, continuando con el relato de los allegados del establecimiento, el detenido -Francisco Corval&aacute;n, un hombre de 65 a&ntilde;os acusado de homicidio en grado de tentativa- se encontraba sin ning&uacute;n tipo de custodia y descuidado por el personal policial. &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; Ver esta publicaci&oacute;n en Instagram &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; &nbsp; <p style=" color:#c9c8cd; font-family:Arial,sans-serif; font-size:14px; line-height:17px; margin-bottom:0; margin-top:8px; overflow:hidden; padding:8px 0 7px; text-align:center; text-overflow:ellipsis; white-space:nowrap;">Una publicaci&oacute;n compartida de Opini&oacute;n Frontal (@opinion.frontal) &nbsp;