“Nosotros no nos mudamos a vivir donde está la fábrica, la fábrica se instaló donde vivimos nosotros”, dijo uno de los vecinos que se sumó al pedido y al intendente de Rivadavia, Fabian Martín le presentaron una nota para que intervenga y encontrar una solución.  El reclamo de las familias que viven por Av. Libertador San Martín 3390 (oeste) es que se instaló un resto-bar en la propiedad que pertenece a Moisés Lara, la cual es alquila por quienes instalaron el local. Los vecinos insisten que este bar no cuenta con el cierre aislante para que los ruidos no generen molestias.  "Todos los ruidos que representa un bar o restaurante por la música del DJ y bandas en vivo nos molesta y no podemos descansar luego de nuestras jornadas de trabajo. En el lugar hay dos sectores donde ponen música y el volumen alto de la misma no nos da tranquilidad", sostuvo a Dame Noticias Miguel Podestá, uno de los vecinos que forma parte del pedido y además, el hombre comentó que tiene a cargo sus padres quienes atraviesan un tratamiento oncológico.  Son varios los vecinos nucleados y expresaron que hablaron con uno de los inquilinos, pero este les manifestó que la casa es alquilada y la inmobiliaria debe hacerse cargo. "Se desligaron del tema", agregó uno de los vecinos.  Asimismo, los ciudadanos coinciden en que desde horas tempranas hasta la madrugada son muchos los ruidos molestos y no pueden descansar.  "El lugar tampoco cuenta con salida de emergencia, cometiendo una falta grande más en una zona de sismos recurrentes, y ni hablar de todas las violaciones de los artículos de nuestra Constitución, que velan por el derecho a la salud, a la tranquilidad, al sueño y al medio ambiente. Al igual que no se respeta la resolución de planeamiento que dice que la zona es R3 donde se prohíbe toda actividad comercial y boliches. Sentimos los ruidos desde que llegan armando mesas y demás hasta cuando cierran, que después del cierre suelen quedarse ellos hasta las 6 de la mañana, ruidos que éste tipo de negocio necesita hacer para su normal desarrollo de la actividad, el problema es que perdimos nuestra calidad de vida al igual que nos sentimos humillados, desprotegidos, torturados al borde de la locura, estamos todos idiotizados e intolerantes con nuestros familiares y amigos", detallaron en la exposición presentada al intendente.  Por su parte, Miguel insiste en que es un problema que tienen hace tiempo y quieren una solución, "no podemos cenar o compartir un momento en tranquilidad porque es más fuerte el ruido de este bar", dijo y reforzó que el local no tiene los elementos correctos de acústica.  Los vecinos esperan una pronta solución por parte de las autoridades competentes ya que, quieren la tranquilidad y paz que necesitan para vivir.