Viernes 19.04.2024
Actualizado hace 10min.

Estados Unidos analiza dar una tercera dosis a la población de riesgo y presiona a la OMS para reforzar la inmunización contra el coronavirus

Mientras se investiga cuánto tiempo dura la eficacia de cada dosis, los funcionarios analizan si las personas mayores de 65 años o inmunodeprimidas precisan una tercera dosis. Cómo es la situación en la Argentina.

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Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) continúan estudiando la eficacia de las vacunas contra el coronavirus y el impacto sanitario que estas tuvieron entre quienes obtuvieron la inmunización completa. El objetivo es determinar si los grupos de riesgo deben recibir una tercera dosis.

Los estudios se centraron en la población mayor de 65 años y en los pacientes inmunodeprimidos. A pesar de hace algunas semanas la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y los CDC remarcaron que no hacía falta aplicar una nueva dosis, la postura podría modificarse durante los próximos días.

Amanda Cohn, directora médica de la división de inmunizaciones de los CDC , le expresó a un comité asesor de la agencia que los funcionarios se encontraban “buscando activamente formas” de brindar acceso a ciertas personas a estas vacunas de refuerzo “antes de cualquier cambio potencial en las decisiones regulatorias”.

Esta noticia fue revelada por The New York Times, que remarcó que el consenso para aplicar otra dosis es cada vez mayor dado que la vacuna del laboratorio Pfizer es menos efectiva contra el COVID-19 después de transcurridos los seis meses.

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos analizan suministrar una tercera dosis a su población de riesgo.

“El estudio global continuo de Pfizer de los participantes en sus ensayos clínicos exhiben que de cuatro a seis meses después de la segunda dosis, la efectividad de la vacuna contra la infección sintomática desciende de un 95% a un 84%, según la compañía”, reveló el artículo. Hace una semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus.

“El objetivo de esta vacuna no es prevenir enfermedades infecciosas leves o bajas, moderadas. El objetivo es evitar la hospitalización hasta la muerte. En este momento, esta vacuna se ha mantenido a la altura”, sostuvo el doctor Paul Offit, miembro del comité asesor externo en vacunas de la FDA.

Una enfermera llena una jeringa con una vacuna de Pfizer contra el COVID-19 en un centro de vacunación instalado en el Museo Americano de Historia Natural, en Nueva York (AP Foto/Mary Altaffer).

Uno de los inconvenientes que se coloca sobre la mesa es la incredulidad que podría generarse ante la confirmación de que es necesaria una tercera dosis para fortalecer el sistema inmunológico. “No queremos que la gente crea que cuando se habla de refuerzos, eso significa que las vacunas no son eficaces”, declaró el doctor Anthony Fauci en una audiencia que brindó ante los congresistas estadounidenses el pasado martes.

“Normalmente, la FDA autorizaría el uso de una dosis de refuerzo, quizá tras una reunión de su comité asesor externo. Después, el CDC, que tiene su propio comité asesor, tendría que recomendarlo formalmente”, manifestó Offit.

El 2,7% de la población -según el CDC- posee el sistema inmunitario comprometido. Este grupo incluye a los enfermos de cáncer, quienes fueron trasplantados o aquellos que tienen enfermedades infecciones, entre otros.