Viernes 26.04.2024
Actualizado hace 10min.

¿Qué esperas para lograr el cambio?

Hoy es el momento para cambiar tu negocio o emprendimiento.

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“El momento adecuado” es muchas veces la respuesta. ¿Y cuándo es el momento adecuado para lograr ese crecimiento o cambio con el que tanto se anhela?

Ante estos interrogantes escuchamos muchas y diversas opiniones de cómo emprendimientos o simples ideas lograron convertirse en grandes empresas o referentes de su sector, pero me gustaría dejarles una frase que escuché hace un tiempo y me hizo reflexionar; en palabras más o palabras menos: “Las grandes empresas no hacen cosas porque son grandes; esas pequeñas cosas son las que las llevaron a ser grandes”.

Siempre es el momento de dar ese salto para lograr lo que deseamos. Ahora bien, ¿cuál es la acción a tomar en este momento? Muchas veces tomamos acciones arriesgadas que pensamos que no las podemos llevar a cabo porque somos muy incipientes o tenemos una estructura pequeña. Pero nada está más alejado de la realidad que esto: nunca existe la certidumbre necesaria en la toma de decisión para esta transformación de la realidad que buscamos simplemente porque el contexto es complejo, y entonces perdemos de vista cuestiones simples.

Otra reflexión sobre la simpleza donde debemos enfocarnos: “siempre apostar al peor escenario”. Así es.  Enfocarse en el peor de los escenarios implica tener un plan de acción ante imprevistos; si se da el mejor de los escenarios, no hay acciones requeridas: simplemente subirse a la ola.

En este contexto que nos toca vivir de gran incertidumbre, volatilidad cambiaria, una situación sanitaria compleja que sigue vigente en todo el mundo, y, además el contexto de elecciones legislativas, y aunque no lo parezca, es el momento de tomar la dirección contraria a las mayorías. Con es decir vemos refugio en moneda extranjera, pero eso no aplica a emprendedores o empresarios donde tienen un recurso aún mejor: la inversión en tu negocio, ya sea de bienes de capital o mercaderías. Estos bienes acompañan las variaciones de precios; además, el día después de la tormenta tienes una mejor posición frente a tus competidores (que estarán resguardados en otros activos y necesitarán un tiempo en volcarlos nuevamente a la empresa) y consumidores (que tienen necesidades que satisfacer en cualquier contexto). Pensá en cuál es tu objetivo: ¿posicionarse mejor en el mercado o simplemente mejorar la rentabilidad?

Esta pequeña acción es el punto de partida de un cambio y el conjunto de acciones, por pequeñas que sean, son las que te harán lograr tus objetivos. Si no cambias lo que haces, siempre tendrás los mismos resultados. No le delegues tanta responsabilidad al tiempo para que, de forma mágica, arregle las cosas: no existen fórmulas mágicas ni matemáticas para lograr los objetivos, aunque a veces se juega con un poco de suerte.

 

Federico J. Valiente Alameda

Jóvenes Empresarios de la Federación Económica de San Juan

IG: @jefes.fesj