Para los niños de principios de siglo que crecieron durante el renacimiento del cine de animación, las películas de Disney forman parte de bonitos recuerdos de la infancia. Según una investigación científica sobre el desarrollo infantil, esos recuerdos son muy buenos. Un grupo de académicos de Texas analizó recientemente el efecto de las películas de animación sobre las funciones cognitivas y de comportamiento de los niños, a partir de un vasto catálogo de producciones de Walt Disney Pictures entre 1937 y 2020. Los investigadores concluyeron que las películas desempeñan un valioso papel a la hora de inspirar el diálogo de los niños, sobre temas difíciles a los que pueden enfrentarse en delicados momentos de sus vidas. En lo que respecta a temas duros como la muerte y el duelo, los investigadores citan una escena fundamental de El Rey León, de 1994, en la que el heredero al trono, Simba, contempla el espíritu de su padre, Mufasa. “Disney no trata en profundidad la muerte de un miembro de la familia, como un padre o un hermano. Eso deja espacio para que los padres hablen de ello con sus hijos”, dice Carol Leung, coautora del estudio. “También podemos traer estos personajes como iniciadores de la conversación en la sesión de terapia para que los niños entiendan estos conceptos. Es una forma de que los niños conecten y establezcan una relación”. También contribuye que las películas de Disney son reconocidas por sus comedias de humor y aventuras de capa y espada con lecciones de vida perdurables sobre el amor, la amistad, el bien contra el mal, la muerte y la pérdida, y la fuerza de la familia. Según el estudio, el 73% de las 155 películas incluían temas sobre el amor a uno mismo y a los demás, y el 27% se centraban en la moralidad y los principios sociales. “Las películas de Disney también pueden enseñar a los niños situaciones injustas en la sociedad y la aceptación de las diferencias raciales, étnicas, religiosas, culturales y de otro tipo”, afirma Monit Cheung, autora principal del estudio. Algunos ejemplos son Pocahontas, El jorobado de Notre Dame o Tarzán. El estudio recopila una lista con las 155 películas y sus principales temas o moralejas, que los padres pueden consultar a la hora de seleccionar un programa para que sus hijos lo vean en función de lo que están atravesando. ¿Te sientes derrotado? “No te rindas”, exhorta Buscando a Nemo. ¿Crisis de identidad? “Abraza nuestra verdadera naturaleza”, se muestra en Los Increíbles. El listado completo para ayudara los padres a elegir la mejor película para sus hijos: Disney ha evolucionado a lo largo de los años, mezclando historias atemporales con una comprensión cada vez más diversa del mundo y de todos sus rincones y grietas. Dejó de lado los príncipes y princesas para cambiarlos por marginados y miembros oprimidos de la sociedad. Yu-Ju Huang, otra coautora del estudio, afirma que las películas de animación pueden “abrir conversaciones entre padres e hijos para alimentar la mente de los niños y ampliar sus horizontes vitales”. “Las primeras películas de Disney se centraban en el amor dentro de las relaciones románticas, pero películas recientes como Frozen se centran en el poder del amor entre familias y hermanos”, explicó Huang. “Es un cambio significativo en cómo el amor puede ser muy diverso y cómo la gente aplica el amor a sus relaciones sociales, no solo a la familia o a los padres o hermanos, sino también a sus relaciones con los amigos y las personas de su vida”, agregó. Fuente: Infobae