Miércoles 17.04.2024
Actualizado hace 10min.

La enfermedad que padeció Gerardo Rozin: ¿Qué es un tumor cerebral?

El 1,4% de los diagnosticados de cáncer padece la patología que terminó con la vida del famoso conductor y periodista. Síntomas, factores de riesgo y avances científicos, en la nota.

COMPARTÍ ESTA NOTA

La noticia del fallecimiento de Gerardo Rozin afectó, y aún lo hace, no solo al mundo del espectáculo, sino también a gran parte de la sociedad. Hace un poco más de un año, el conductor fue diagnosticado con un tumor cerebral maligno. Según la Sociedad Americana Contra El Cáncer, en 2022 se diagnosticarán más de 25 mil casos de tumores malignos del encéfalo o de médula espinal en Estados Unidos, de los cuales unos 18 mil fallecerán.

En tanto, en la Argentina, en 2020, se detectaron más de 130 mil nuevos casos de cáncer en ambos sexos, de los cuales el 1,4% fueron tumores encefálicos y de la médula espinal. “Un tumor es una masa de tejido de una parte del organismo cuyas células han sufrido un crecimiento anormal y no tienen, en realidad, una función específica o fisiológica”, explicó a Infobae Alejandro Guillermo Andersson, médico neurólogo, neurofisiólogo y director médico del INBA (Instituto de Neurología Buenos Aires).

En eso tono, aseveró que la diferencia entre los “tumores cancerosos o malignos” y los “no cancerosos o benignos” radica en la propensión que tienen estas células a “invadir otras partes del cuerpo”. “Lo que conocemos como tumores benignos están, por lo general, rodeados por una cápsula y no se extienden a otras partes del cuerpo. Los malignos son aquellos que proliferan, invaden e infiltran los tejidos y los órganos sanos del organismo, y tienen la capacidad de enfermedad gravemente a estos pacientes”, explicó el experto.

Franco Rubino, neurocirujano, miembro de la Asociación Argentina de Neurocirugía, que actualmente se desempeña, con una beca en el área de investigación del Departamento de Cirugía de Base de Cráneo del MD Anderson Cancer Center, Universidad de Texas (Houston) destacó, en diálogo con Infobae, que “los tumores cerebrales afectan a gente de todas las edades, en la minoría de los casos existe una predisposición familiar o síndromes genéticos asociados, pero la gran mayoría son de causa multifactorial, es decir, ocurren a lo largo de la vida por causas no muy conocidas”. “Los seres humanos producimos células defectuosas o con potencial oncológico siempre, pero existen mecanismos que mandan a esa célula a la muerte celular o apoptosis, cuando esos mecanismos fallan, se produce la proliferación incontrolada”, aseguró.

Hay muchísimos tipos distintos de tumores cerebrales, pero todos ellos se originan de células normales. Algunos surgen de las neuronas, otros de las células que sostienen y que cuidan a las neuronas, también hay tumores que se originan de las envolturas del cerebro, es decir las diferentes capas meníngeas que también envuelven y cuidan al cerebro. Incluso, hay algunos tumores que dependen de la glándula hipófisis (pituitarios), de la pineal (pineoblastoma), de las estructuras del nervio óptico, de las células de la médula espinal, entre otros”, enumeró Andersson.

Estas diferencias también están relacionadas con las distintas velocidades de crecimiento y propagación que, también, “les da características distintas, síntomas diferentes, y que además dependen muchísimo de su ubicación, tamaño y tasa de crecimiento. Estos son los elementos más importantes en cuanto a los síntomas que sufrirá ese paciente”, señaló el neurólogo.

Síntomas y factores de riesgo

Los expertos advierten que los mejores pronósticos, en muchos casos, están relacionados con un tratamiento precoz. Es por este motivo que señalaron que los síntomas más comunes son: dolores de cabeza; náuseas o vómitos; problemas de la visión (borrosa o trastornos de la sensibilidad) o de la movilidad (un brazo o una pierna); del habla; de equilibrio; confusión; cambios de la personalidad, entre otros. “Muchos pacientes inician con una crisis convulsiva, como si fuera una primera crisis epiléptica y otros tienen problemas auditivos. Siempre que uno tiene síntomas o signos que son persistentes, que a uno le preocupan, que son llamativos, que son nuevos, hay que consultar al médico”, aseguró Andersson.

Hasta el momento, en la mayoría de los casos, se desconoce cuál fue el desencadenante de la afección. Aunque existe factores de riesgo que deben considerarse, entre los que enumeraron: exposición a la radiación o antecedentes familiares de tumores cerebrales. “Pareciera que la genética juega un papel importante al aumentar este riesgo”, dijo el neurólogo. Al tiempo que aclaró que, en algunos casos, los tumores cerebrales en realidad son metástasis.” Los profesionales de la salud debemos discriminar si el tumor es benigno, maligno, primario del cerebro o secundario”, señaló el director médico del INBA.

“Dado que, en la población adulta, el cáncer cerebral representa alrededor del 2% de todos los canceres, no tiene sentido alarmarse o consultar por un simple dolor de cabeza. En mi experiencia, si se tiene antecedentes en 2 o más familiares directos de primer o segundo grado de consanguineidad (padres, hermanos, abuelos) con antecedentes de algún tumor cerebral primario, conviene consultar espontáneamente a un médico ya que puede haber una predisposición familiar”, advirtió en Rubino.

Asimismo, el experto del del Departamento de Cirugía de Base de Cráneo del MD Anderson Cancer Center, agregó que también se debe consultar a un médico “si presenta dolor de cabeza de más de dos meses y tuvo una convulsión (puede ser de un brazo o una pierna) o siente una repentina debilidad focalizada para agarrar cosas, caminar, tragar o hacer gestos con la cara, incluso, si tiene un empeoramiento de su visión”. “Si bien existen tumores benignos y malignos, los tumores benignos pueden estar en lugares de gran riesgo vital y de difícil resección quirúrgica, es decir, que sea benigno no es garantía de un mayor éxito”, aclaró.

Cómo se tratan estos tumores

“El tratamiento depende de lo que uno observa en la imagen. Obviamente la última palabra lo tendrá el resultado de la biopsia, donde se confirme el ‘nombre y apellido’ del tumor. Básicamente, si es benigno o de bajo grado, el tratamiento es quirúrgico por excelencia y si es maligno o alto grado, requieren tratamientos ‘adyuvantes’ como ser radioterapia o quimioterapia”, señaló Rubino. “Dada su relativa rareza, el cáncer cerebral se encuentra bastante atrás comparado con el cáncer de mama, próstata, pulmón o colon en cuanto a tratamiento. Las nuevas terapias biológicas no tienen tanto éxito como en otros cánceres ya que el cerebro tiene la particularidad de estar recubierto por una barrera que limita el acceso de las drogas (la barrera hematoencefálica)”, agregó.

fuente: infobae