La preocupación va creciendo con el pasar de los días, pese a que ya está instalada, desde hace tiempo, en la Casa Rosada. El Gobierno volverá este martes a poner en agenda la necesidad de encontrar acuerdos para amortiguar el impacto del fuerte aumento de la inflación. A partir de las 17, el equipo económico, conformado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, el de Producción, Matías Kulfas, y el de Trabajo, Claudio Moroni, recibirá en el quinto piso del ministerio de Hacienda a la cúpula de la CGT y de la UIA. Por la central obrera estarán Héctor Daer, Carlos Acuña y Andrés Rodríguez, mientras que por el sector Unión Industrial estará presente su titular, Daniel Funes de Rioja. El encuentro será similar al que tuvo lugar el jueves de la última semana, donde se logró un principio de acuerdo para avanzar en medidas conjuntas contra la inflación. El principal ausente volverá a ser Pablo Moyano. El referente del sindicato de Camioneros es parte de la conducción de la CGT, pero empezó a tomar distancia de la impronta que le dan Daer y Acuña a la central obrera. Moyano hijo se acercó nuevamente al kirchnerismo, con quién había impuesto una endeble barrera de hielo luego del cierre de listas en las elecciones del año pasado. El hecho más concreto es la foto que se sacó en los últimos días con Máximo Kirchner, el enemigo interno de Alberto Fernández en medio de la crisis política que atraviesa al Frente de Todos y por la que existe un profundo pesimismo en una gran mayoría de sus integrantes. En cambio, Hugo Moyano padre está alineado a Alberto Fernández y respalda el accionar del gobierno. Desde la política las diferencia de los Moyano están expuestas. Uno con poder en baja y otro en alza. Uno más pragmático, el otro menos sutil. Si bien en la CGT también hay mucha preocupación por el impacto de la inflación y la falta de respuestas en la gestión económica que conduce Martín Guzmán, existe la vocación se sostener a Fernández, ser parte de la búsqueda de un acuerdo con el sector empresario y mantenerse a salvo de la interna destructiva de la alianza peronista. Fuente: Infobae