La semana pasada acabó agridulce para Will Smith, tras conocer que la Academia de Hollywood le prohíbe durante los próximos diez años acudir a la gala de los Oscar. Un castigo que fue tomado después de que el artista abofeteara a Chris Rock durante la ceremonia. Una acción violenta por un mal chiste del humorista hacia su mujer, Jada Pinkett. Eran muchos los que esperaban una respuesta de Will Smith, el protagonista de Soy Leyenda, que desde ocurrió el incidente ha preferido pedir perdón y adoptar un perfil bajo. Sin embargo, finalmente, ante la presión, ha decidido dar su opinión. "Acepto y respeto la decisión de la Academia", se ha pronunciado Smith en un escueto mensaje con el que demuestra que sigue optando por la formalidad y el silencio tras el bofetón. Su mujer, en cambio, sí decidió días antes dar su versión y reconoció que no necesitaba ser defendida por nadie y añadió que "este es tiempo de curarse y estoy dispuesta a ello". Will Smith, días antes de este comunicado y de conocer la decisión de la Academia, publicó en Instagram el siguiente mensaje: "La violencia en todas sus formas es venenosa y destructiva. Mi comportamiento anoche durante los Premios Oscar fue inaceptable e inexcusable. Los chistes a mis expensas son parte del trabajo, pero un chiste sobre la condición médica de Jada (su mujer) fue algo difícil de soportar y reaccioné de forma emocional". Según USA Magazine, una fuente cercana al actor aseguró que "su mayor miedo es estar en proceso de ser completamente cancelado". Fuente: Clarín