Aunque había intenciones de que el presidente Alberto Fernández viaje el miércoles 25 a la base Esperanza de la Antártida cuando se celebra un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, el informe sobre las condiciones meteorológicas terminó frustrando la excursión del jefe de Estado. En el Gobierno evaluaban una actividad alternativa pero finalmente el jefe de Estado podría asistir al tradicional Tedeum que se realiza ese día en la Catedral Metropolitana. La idea inicial había surgido del ministro de Defensa, Jorge Taiana, luego de su viaje al Sur con el Rompehielos Irizar cuando se homenajeó a los 323 argentinos que murieron en el hundimiento del Crucero General Belgrano durante la Guerra de Malvinas. Había planes donde se preveía que el Presidente, que a las 10.50 llegó a la Casa Rosada y se reunió con el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, se traslade este martes a Ushuaia, la capital de Tierra del Fuego, con el objetivo de esperar que “la ventana” de las condiciones climáticas le permitiera llegar a la base Marambio, escala previa a viajar hacia Esperanza. Pero, con el correr de las horas, todo se disipó. La logística de la travesía también estuvo entre las dificultades que se analizaron. Y fueron decisivas para tomar la determinación final. La base Marambio es la puerta de entrada al continente blanco y hasta allí se llega en un Hércules C 130, la aeronave militar que habitualmente se usa para el traslado de personal y de insumos, ya sea desde Ushuaia (menos usual) o desde Río Gallegos, donde está la Base Militar de la Fuerza Aérea. El Presidente quería hacer el acto en Esperanza, donde funciona la única escuela primaria y de nivel inicial, con 15 alumnos y dos maestros. Para ir de una a otra base antes se utilizaban los aviones Twin Otter que fueron desafectados de la zona antártica en febrero, luego de que se produjeran un par de accidentes. Quedaron solamente operativos dos helicópteros Bell, uno modelo 212 y otro modelo 412. Los dos, por protocolos de seguridad deben viajar juntos. Uno con pasajeros y el otro solamente con la tripulación previendo algún desperfecto. En este caso, iba a viajar un helicóptero con dos tripulantes y a lo sumo 4 funcionarios acompañado de otro helicóptero sólo con dos tripulantes. Esa mecánica le obligaba a Presidencia a organizar al menos 7 viajes para llevar al Presidente, al ministro y a los invitados. Además, en esta época, en la Antártida solamente hay entre 4 y 5 horas de luz natural. Aunque la comitiva presidencial fue reduciéndose cuando se conocieron estas condiciones para la logística (en un principio había invitado a todo el Gabinete) desde el ministerio de Defensa empezaron a desaconsejar el viaje. Según el escrito que recibieron este mediodía en Presidencia, firmado por la directora del Servicio Meteorológico Nacional, Celeste Saulo, “habiendo analizado el parte meteorológico producido por los pronosticadores del Servicio Meteorológico Nacional asignados a la base Marambio, considero que debe tenerse en cuenta la incertidumbre del pronóstico, que en esta época del año es alta. La posibilidad de que se produzca el fenómeno “mar de nubes”, combinada con las bajas temperaturas, los vientos entre fuertes y moderados, que se esperan entre la madrugada del 25 de mayo y las primeras horas de la mañana, dan lugar a condiciones que no son las más favorables para una visita”. Para finalizar expresa que “se agrega a ello las pocas horas de luz solar características de la época, lo cual acorta el margen para adaptar los horarios a la espera de condiciones meteorológicas adecuadas. Sin más, saluda a usted muy atentamente”. Fuente: Infobae