La oposición unida logró dar el primer paso de cara a la implementación de la boleta única de papel en las elecciones presidenciales de 2023. Juntos por el Cambio y el Interbloque Federal firmaron un dictamen consensuado que pone contra las cuerdas al Frente de Todos, reacio a avanzar con la reforma. El despacho mayoritario reunió 58 firmas, contra 57 que juntó el oficialismo y un aliado misionero. Fue mientras avanzaba la última reunión de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto de la Cámara de Diputados. La oposición trabaja para votar el proyecto en el recinto el próximo 8 de junio, o a más tardar el 15. “Llegamos a este plenario después de hacer lo que la ciudadanía nos reclama: construir un gran consenso. El objetivo común detrás de este gran acuerdo político es la mejora de nuestro sistema democrático”, expresó Silvia Lospennato (PRO) antes de detallar la propuesta opositora, que consta de 36 artículos. La legisladora indicó que “la boleta única no es la solución a todos los problemas del sistema, no hace desaparecer el clientelismo político, pero disminuye mucho el peso de los aparatos partidarios”, ya que la tarea de impresión y traslado de las boletas hoy recae en los partidos políticos. El oficialismo montó su rechazo sobre dos grandes argumentos: que la boleta única no tiene que ver con las “prioridades del pueblo”, y que el sistema vigente de boleta partidaria no vulnera el derecho del elector. Uno de los cruces se produjo cuando Lospennato advirtió que con el régimen actual “aparecen boletas en bolsones de comida, en colchones y en electrodomésticos”. La massista Mónica Litza le salió al cruce: “Parece mentira, en pleno siglo XXI, escuchar expresiones que escandalizan: que los votantes de la coalición opositora son voluntarios que cuidan la transparencia, mientras nuestros votantes son esclavos que votan atrás de una bolsa de comida”. La Cámpora también mostró un fuerte rechazo, en la voz de la porteña Paula Penacca. “¿A quién se le ocurre proponer un cambio en las reglas del juego a pocos meses de la elección?”, se preguntó, e insistió: “No estamos en desacuerdo en mejorar las normas para que cada ciudadano pueda ejercer su derecho al voto, pero cambiar las reglas en el medio del juego no funciona”. Desde el mismo sector, la mendocina Marisa Uceda dio la nota al mostrar un modelo impreso de cómo hubiese quedado la boleta única en provincia de Buenos Aires si se hubiera aplicado en las últimas PASO, donde “se presentaron 27 partidos que a su vez presentaron 37 listas”. Uceda se puso de pie para mostrar un papel de un metro y medio. “No sé cómo vamos a meter esto en una urna”, dijo. Fuente: Vía País