Martes 16.04.2024
Actualizado hace 10min.

Flor Peña contó la causa de la pésima relación entre su hijo y Mirko

La conductora explicó los factores que inciden en la relación complicada de su hijo con el de Marley.

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Flor Peña elude lo protocolar, le escapa a las etiquetas y siempre se muestra frontal, con total capacidad de reírse, de reconocerse en diversas facetas de toda índole. Uno de los comportamientos más naturales se produce en sus encuentros con Marley, a quien profesa una enorme amistad.

En esas reuniones, en las que prevalecen la alegría y las torpezas, la conductora y el animador de Telefe modificaron la rutina con la llegada a sus vidas de Mirko y Felipe, que casualmente poseen una edad muy similar, lo que produce unos episodios singulares.

En diversas ocasiones, Flor y Marley compartieron momentos de esa intimidad, de esas tardes compartidas con sus pequeños en las redes sociales, para graficar la dinámica de lo que sucede. Claro que las personalidades de los pequeños parece que chocan.

Al menos eso se desprende de la confesión de la conductora de América, que en una entrevista con la revista Gente se animó a describir el vínculo algo conflictivo que late entre su hijo menor y el heredero de Marley, que evidentemente se transformó en un tema de conversación.

Resulta que Flor admitió: “Juntarlos es un estrés total". Para profundizar en los motivos que tallan en este vínculo tirante entre los niños: "Felipe es muy observador, pero es muy extrovertido como Mirko, entonces, claro, chocan porque ambos quieren liderar".

En cuanto a la postura que adoptan tanto ella como el hombre de Telefe, la actriz especificó: "Te juro que estamos tratando de que la situación mejore. Aunque los dos nos lloramos de la risa cuando los vemos juntos”. 

"Nosotros como padres nos relajamos y nos reímos, pero con ellos no hay caso. Vamos a tener que seguir trabajando para que ese vínculo mejore", exteriorizó Peña para concluir en esta particular sinergia que late entre su hijo menor y Mirko.

Claro que sobra el tiempo para que los pequeñines terminen por limar sus diferencias y seguramente el cariño inconmensurable que se tienen sus padres logre que brote una amistad en el futuro cercano. Mientras tanto, Flor y Marley hacen malabares para congeniar.