El ministro de Economía, Sergio Massa, tiene previsto “comenzar a convocar a empresarios y sindicalistas para acordar un sendero gradual de reducción de precios y salarios”, tras las gestiones que realiza esta semana en los Estados Unidos, señaló una alta fuente oficial. El Palacio de Hacienda evalúa que los últimos resultados obtenidos en materia de gestión económica permitirán un marco más adecuado para discutir “una baja progresiva de la inflación”. La fuente destacó la palabra progresiva, ya que “se descarta un congelamiento de precios”. Al respecto, en el equipo económico hay preocupación por lo que consideran “el intento de algunos sectores para generar caos frente a la estabilización en el frente de las reservas y la nueva caída de la inflación que se espera para este mes”. Condiciones “Sin reservas no hay plan que se pueda llevar a cabo” explican los economistas. Las primeras acciones del nuevo equipo económico se concentraron, en buena medida, en recomponer el sector externo. En este sentido fueron la ratificación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y los incentivos como el “dólar soja” o los regímenes para el sector energético, la minería y la industria del conocimiento – los sectores capaces de “generar dólares”-. También la obtención de apoyo de organismos multilaterales de crédito al país – recientemente se anunció un préstamo de 700 millones de dólares por parte del Banco Interamericano de Desarrollo y los avances con el Club de París (en el gobierno confían en cerrar un nuevo acuerdo hacia fin de mes). Actualmente, la Argentina negocia una refinanciación de la deuda de u$s2.400 millones, a través de la cual intentará extender plazos y reducir la tasa de interés (9%). Para avanzar en un plan de estabilización, la conducción económica también considera necesario contar con apoyo político -que le aprueben el Presupuesto-, empresario y sindical. En este sentido, algunos dirigentes de la mesa chica sindical piensan que con una inflación que roza el 100%, es necesario implementar medidas para evitar caer en una hiperinflación. Es decir, consenso acerca de la necesidad de “hacer algo” y lo más rápido que se pueda. De todas maneras, la expectativa inmediata en el Ministerio de Economía es que cuando el INDEC de a conocer en los próximos días, el índice de precios de septiembre se registre una nueva desaceleración ubicándose por debajo del 7% de agosto y el 7,4% que dejó julio, se estima que podría ubicarse más cerca de 6,7% La presunción se vio fortalecida tras conocerse el miércoles el índice de precios de la Ciudad de Buenos Aires (IPC-CABA) que marcó un alza de 5,6%, moderando su dinamismo desde el 7,7% de julio y 6,2% de agosto. Si bien suele haber diferencias entre el IPC de CABA y el IPC Nacional que elabora el INDEC, la desaceleración de la inflación en la Capital del último mes es mayor a la esperada. De todas formas, las previsiones de los analistas privados, reflejadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), señalan que la inflación no bajaría de 6% en lo que resta del año (se proyecta que 2022 termine en 100,3%). En medios del Palacio de Hacienda señalan que el comportamiento de los precios está fuertemente influenciado por lo que se llama “inercia inflacionaria” y, desde este punto de vista, consideran clave coordinar con los distintos actores económicos una reducción gradual de los aumentos. Fuente: Ámbito