M&aacute;s de siete horas despu&eacute;s de&nbsp;los violentos ataques a los edificios de Gobierno en Brasilia, cuando cientos de simpatizantes suyos&nbsp;invadieron el Congreso, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema, el exmandatario&nbsp;Jair Bolsonaro&nbsp;se pronunci&oacute;. En un hilo de tres tuits asegur&oacute; que durante su mandato &ldquo;siempre&rdquo; ha cumplido con la Constituci&oacute;n, &ldquo;respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y la sagrada libertad&rdquo;. &ldquo;Adem&aacute;s,&nbsp;repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuy&oacute; el actual jefe del Ejecutivo de Brasil (Luiz In&aacute;cio Lula da Silva)&rdquo;,&nbsp;escribi&oacute; el ex mandatario. Asimismo, Bolsonaro compar&oacute; los hechos acontecidos este domingo, que ha calificado de &ldquo;depredaciones e invasiones&rdquo; con las manifestaciones convocadas por al izquierda&rdquo; en 2013 y 2017, asegurando que &ldquo;escapan la regla&rdquo;, ya que &ldquo;las manifestaciones pac&iacute;ficas, en forma de ley, son parte de la democracia&rdquo;. <p dir="ltr" lang="pt">- Manifesta&ccedil;&otilde;es pac&iacute;ficas, na forma da lei, fazem parte da democracia. Contudo, depreda&ccedil;&otilde;es e invas&otilde;es de pr&eacute;dios p&uacute;blicos como ocorridos no dia de hoje, assim como os praticados pela esquerda em 2013 e 2017, fogem &agrave; regra. &mdash; Jair M. Bolsonaro 2??2?? (@jairbolsonaro) January 9, 2023 El ex mandatario publico estos tuits desde los Estados Unidos, adonde viaj&oacute; d&iacute;as antes de la asunci&oacute;n de Lula, justamente para no participar de la ceremonia de investidura del presidente. Este domingo por la tarde,&nbsp;una turba de bolsonaristas tomaron por la fuerza, por cerca de cuatro horas, las sedes del Gobierno, del Parlamento y del Tribunal Supremo, en la mayor agresi&oacute;n a los poderes republicanos vista desde el golpe de Estado de 1964. Los extremistas irrumpieron en los palacios violentamente, destruyendo todo lo que se encontraron a su paso, mientras Lula se encontraba de viaje en la ciudad de Araraquara, en el estado de Sao Paulo. El mobiliario de los palacios fue destrozado y arrojado por las ventanas a la calle, aunque las autoridades todav&iacute;a no han podido realizar un balance de los cuantiosos da&ntilde;os causados por la turba. La turba no lleg&oacute; a entrar en el despacho de Lula en el palacio de Planalto porque la Polic&iacute;a lleg&oacute; en ese momento, seg&uacute;n dijeron a EFE fuentes oficiales.Los radicales no reconocen el resultado de las elecciones del pasado 30 de octubre, en las que Lula derrot&oacute; al ahora expresidente Jair Bolsonaro por un estrecho margen de menos de dos puntos porcentuales. Seg&uacute;n informaciones preliminares, hasta el momento hay&nbsp;unos 200 detenidos, aunque el ministro de Justicia, Fl&aacute;vio Dino, dijo que habr&aacute; m&aacute;s arrestos en las pr&oacute;ximas horas por los &ldquo;actos terroristas&rdquo;. Los ataques contra las instituciones recibieron una condena un&aacute;nime por parte de todos los estamentos en Brasil y los m&aacute;s importantes l&iacute;deres mundiales, incluyendo todos los latinoamericanos, los del bloque europeo y los Estdaos Unidos. Lula reaccion&oacute; ordenando la intervenci&oacute;n de los organismos de seguridad del Distrito Federal, regi&oacute;n donde se encuentra Brasilia, y desplegando fuerzas federales para ayudar a expulsar a los golpistas de las instituciones.Los agentes antidisturbios, utilizando gases lacrim&oacute;genos y bombas de estruendo, se hicieron con el control de las sedes del Ejecutivo, Legislativo y Judicial unas cuatro horas y media despu&eacute;s del inicio del ataque, ocurrido dos a&ntilde;os y dos d&iacute;as despu&eacute;s del violento asalto al Capitolio de Estado Unidos, por parte de ultraderechistas con los que el bolsonarismo est&aacute; alineado. En una declaraci&oacute;n desde Araraquara, donde se encontraba de viaje, Lula afirm&oacute; que hubo &ldquo;incompetencia&rdquo; y &ldquo;mala fe&rdquo; por parte de los responsables de seguridad de Brasilia, que dependen de la Administraci&oacute;n del gobernador Ibaneis Rocha, aliado de Bolsonaro.