Esta semana, terminaron las audiencias en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. El 18 de enero se cumplieron 3 años del crimen. El joven de 18 años, había escrito y guardado en una cajita de cartón una carta llena de sueños y metas para su futuro. El documento, que se escribió a sí mismo, es una especie de manifiesto en el que plasmó sus sueños y sus valores de cara al futuro. “Creo que dentro de 10 años voy a estar haciendo lo que me gusta y disfrutando mi vida. Poder cumplir los sueños, objetivos, y expectativas que tengo, darles regalos a mis padres, tratando de darles lo que me dieron. Espero ya tener una pareja, una estabilidad, y comodidad económica. Amor, familia, amistades, cariño, unión, felicidad, conocimiento, viajar, conocer, y conectarme. Mi misión es conectar, amar, brillar y servir. Mis valores centrales son amistad, independencia, placer, relaciones valiosas y el tiempo libre al servicio de las personas, la exploración de la mente, los deportes y la autoayuda”, escribió Fernando. Fernando, guardaba esta carta escrita a mano en una caja de zapatillas Adidas, junto a otros recuerdos. Entre ellos estaba, su chupete de nacimiento, 12 medallas deportivas, souvenirs de cumpleaños de 15 y un muñeco del Hombre Araña. EL DISCURSO CONMOVEDOR DE LOS PAPÁS DE FERNANDO El miércoles 18 de enero, a tres años del crimen, Graciela y Silvino, reiteraron su pedido de Justicia: “Queremos un castigo ejemplar”. “Era nuestro sol, nuestra vida. Hoy estamos vacíos, nadie quedó en casa. Estamos los dos solitos “, arrancó Graciela. “Sin él, la vida se terminó para nosotros. Vinimos a Dolores para buscar justicia, no venganza. Queremos que paguen por lo que le hicieron a mi hijo”, continuó la madre. Graciela agregó: “En el juicio vi cómo le pegaban a mi hijo y como madre vi cómo lo discriminaban por su color de piel. Era un chico bueno, sano, amaba la vida. No tenía enemigos, era un chico feliz que solo quería disfrutar. Sigo esperando que mi hijo regrese, a pesar de que nunca más regresará a nuestra vida”. Silvino Báez, por su lado sostuvo que, “Tenemos fe. Que la justicia actúe como debe ser y que el castigo sea ejemplar. Para que esos jóvenes que ahora se divierten en la playa puedan volver con su familia”.