Dani Alves pasó su primera noche en prisión luego de que el viernes una jueza de Barcelona hiciera lugar a la denuncia de una mujer que lo acusó de haberla violado en el baño de un local bailable de esa ciudad de España el último día de 2022. Joana Sanz, la esposa del jugador brasileño, publicó un desesperado mensaje. “Pido por favor a los medios de comunicación que están por fuera de mi casa, que respeten mi privacidad en este momento. Mi madre ha fallecido hace una semana, apenas he empezado a asumir que ella ya no está como para que me atormenten con la situación de mi marido. He perdido los únicos dos pilares de mi vida, tengan un poco de empatía en vez de buscar tanta noticia en el dolor ajeno. Gracias”, escribió vía Instagram. Alves fue detenido la mañana del viernes en Barcelona por los Mossos d’Esquadra, que, tras tomarle declaración en la comisaría, lo llevaron a los juzgados, después de que viajara a España desde México, donde reside actualmente porque juega en los Pumas. Ante la jueza, que le tomó declaración, el futbolista negó la agresión sexual que se le imputa, pero la instructora considera que su relato incurre en contradicciones con el resultado de la investigación y los indicios recabados en el lugar de los hechos. Tras esperar la resolución judicial en los calabozos de la Ciudad de la Justicia, el exjugador del Barcelona ingresó la tarde de este viernes en la cárcel Brians 1 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona).