La riqueza patrimonial material de la Capital está conformada por numerosas construcciones, monumentos, esculturas. Dentro de la misma se destaca el patrimonio francés de la ciudad. Efectivamente, la ciudad tiene emplazada en diferentes espacios obras de arte de origen franco: Las ninfas del Parque de Mayo, la farola de la Estación San Martín, los cuatro apóstoles de la Iglesia Catedral y la fuente de la Plaza 25 de Mayo, entre otras.En ocasión de la restauración de Plaza 25 de Mayo, el director de la Alianza Francesa con asiento en la ciudad, funcionarios capitalinos y representantes de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Turismo y Cultura recorrieron el lugar para conocer el proceso y apreciar la icónica fuente de la plaza.  Durante la visita, Daniel Isaza expresó que “el interés de la Alianza Francesa siempre ha sido defender el patrimonio francés que hay en San Juan que es muy importante, ya que pocas provincias tienen tanta obra de patrimonio francés”. Al finalizar agregó “lo que pedimos siempre es que sean declarados como bienes patrimoniales, porque hoy todas estas obras que eran mobiliario urbano pasaron a ser patrimonio artístico”.  El secretario de Cultura, Turismo y Educación, Mariano Graffigna; secretario de Planificación Urbana, Cristian Hernández, y el director de Cultura y Educación, Claudio Vera, también visitaron las obras de la plaza central. Esta hermosa fuente se inauguró en 1871, siendo gobernador Valentín Videla. Provenía de Francia, de los talleres de Val d’Osne, que comenzaron a trabajar en 1836 de la mano de Jean-Pierre-Victor André con el propósito de hacer muebles de calle y hierro fundido decorativo. Numerosas ciudades del mundo cuentan entre su patrimonio artístico, con obras nacidas en este icónico taller que cerró sus puertas en 1986. En el catálogo del taller están los planos de dicha fuente y su descripción: “fuente de dos platos en forma de corolas, ornamentado con un grupo de niños que representan los trabajos de la cosecha. Uno de los niños, arrodillado, sostiene una gavilla de trigo, el segundo con un sombrero le tiende la mano y el tercero sostiene un nido o cesto. El cuarto niño sostiene un mallal. Este modelo está presentado en el álbum 2 del catálogo de la Fundición de Val d’Osne gráfico 539, n°31”. Los tradicionales sapitos no eran parte de la fuente original. Isaza explicó que: “la Casa Val d’Osne ofrecía también los accesorios para los chorros de agua, la fuente de la Plaza 25 de Mayo no los tenía. Al momento de instalarse, se hicieron unos sapos en mármol reconstituido de los cuales salían chorros de agua. Con el paso del tiempo los mismos se fueron deteriorando, por lo cual el Municipio en su época solicitó al escultor Miguel Ángel Sugo, tomar una copia y realizar el vaciado en bronce. Estos son los que actualmente se encuentran en el borde de la fuente”. Hay una fuente idéntica a la sanjuanina en la Ciudad de Rosario, en el Parque Urquiza. Estaba ubicada originalmente en la Plaza 25 de Mayo de esa ciudad santafesina y fue adquirida a fines del Siglo XIX.  Hay una tercera fuente idéntica en el parque de la Villa Ocampo, que fuera casa de Victoria Ocampo, en Béccar, y esa fue construida en 1891. Dicha fuente consta de un segundo grupo escultórico entre ambos platos.