Viernes 19.04.2024
Actualizado hace 10min.

Más de 1.300 muertos en Turquía y Siria tras un terremoto de magnitud 7,8

Los equipos de rescate tratan de localizar a las personas atrapadas bajo los escombros de los numerosos edificios que se han venido abajo en el sureste turco y norte sirio. Ankara ha emitido una alarma internacional pidiendo ayuda

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La tierra ha temblado de madrugada en Turquía y Siria con una violencia apenas vista en el último siglo. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos el terremoto ha alcanzado una magnitud 7,8 en la escala de Richter, reduciendo miles de edificios a escombros y provocando más de un millar de muertes. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha informado de que en su país hay al menos 912 muertos y más de 5.300 heridos.

“No sabemos cuánto se elevará [el número de] vidas pérdidas”, ha reconocido el presidente, debido a que todavía queda un gran número de personas entre los escombros de los 2.800 edificios que se han venido abajo. En Siria, se han notificado de momento 320 en áreas del país controlados por el Gobierno de Damasco y otros 147 en zonas del noroeste en manos de la oposición, según diversas fuentes consultadas por la agencia Efe. Además, hay centenares de heridos.

En la Siria vecina, cerca de 400 personas perdieron la vida: al menos 239 en las zonas bajo control del gobierno de Damasco, según la televisión oficial, y unas 147 en los sectores controlados por los rebeldes, de acuerdo con los servicios de rescate. Ambas partes dieron cuenta de cientos de heridos.

El temblor se sintió a las 4.17 (23.13 hora argentina) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, a unos 60 km de la frontera siria.

El movimiento telúrico se sintió también en el Líbano y Chipre, según periodistas de AFP.

Es muy probable que el balance se agrave rápidamente, teniendo en cuenta el número de edificios derrumbados en las ciudades más afectadas, como Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir, en el sureste de Turquía.

Debido a la hora en que ocurrió el sismo, de madrugada, la mayoría de la gente estaba durmiendo en sus casas.

Hasta el momento, la gobernación de la provincia de Sanliurfa, situada al sureste del epicentro, ha informado de 18 muertos en 19 edificios derrumbados, mientras que en Osmaniye, las autoridades hablan de 34 edificios colapsados con al menos 7 muertos.

En Malatya, unos 130 edificios quedaron destruidos, dejando un centenar de heridos y 23 muertos, en Adiyaman se han contabilizado hasta el momento 28 muertos, a lo que se suman seis fallecidos en Diyarbakir, a 250 kilómetros al este del epicentro.

Aún no hay cifras de fallecidos de las dos provincias más afectadas, Gaziantep y Kahramanmaras, ni de Hatay, donde numerosos ciudadanos informan en redes sociales sobre derrumbes y personas atrapadas.

Estado de alarma y petición de ayuda internacional

El Gobierno turco ha decretado el estado de alarma, lo que incluye la solicitud de ayuda internacional.

El presidente Recep Tayyip Erdogan ha escribió en su cuenta de Twitter: “Esperamos que podamos superar esta catástrofe lo antes posible y con el menor daño posible”.

Decenas de edificios se vinieron abajo.

El terremoto principal de esta madrugada tuvo una magnitud de 7,4, a una profundidad de unos 5 kilómetros en la provincia de Kahramanmaras, situada al sureste de Turquía.

Le siguieron fuertes réplicas, que afectaron las provincias de Gaziantep, Kahramanmaras, Adiyaman, Sanliurfa, Malatya, Kilis, Diyarbakir, Osmaniye, Adana y Hatay.

 

La zona afectada se extiende sobre más de 500 kilómetros en el sur de Anatolia, donde se registran temperaturas bajo cero y nevadas, lo que dificulta las condiciones de quienes pernoctan ahora al aire libre.

Se trata del mayor terremoto registrado en Turquía desde el ocurrido en 1999 en Izmit (7,6), que causó miles de muertos, algo mayor que el de Van en 2011 (7,2) que causó 600 muertos y el de Esmirna en 2020 (7,0) que causó 115 muertos.

Trágicas consecuencias en Siria

El seísmo se ha sentido en hasta 14 países, como Líbano, Israel o Georgia, pero ha sido especialmente dañino en Siria.

Al menos 237 personas han muerto y más de 600 han resultado heridas en las provincias noroccidentales de Alepo, Hama, Tartus y Latakia, según la agencia SANA, que cita al Ministerio de Salud, lo que significa que incluyen el balance en las áreas del país controladas por Damasco.

Los Cascos Blancos, un grupo de socorristas que opera en las zonas bajo influencia de la oposición, han señalado en su cuenta de Twitter que están ayudando a personas atrapadas bajo los escombros de edificios derrumbados a causa del seísmo y hablan de “«”decenas de muertos y cientos de heridos”»”.

La provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor del país, y varias zonas de la región de Alepo se escapan al control del Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, y se ubican cerca del epicentro del terremoto, por lo que el número de muertos podría ser muy superior al reportado por SANA.

Además, poco después del primer temblor, se ha registrado una nueva replica de 4,6 grados , aunque por el momento se desconce si ha causado aun más daños.

El Consejo de Ministros sirio ha convocado una reunión «de emergencia», presidida por Al Asad, para analizar los daños infligidos por el temblor y decidir las medidas a tomar.