Tras larguísimas semanas de convivencia forzada, en ese encierro voluntario, Gran Hermano avanza a la recta final y los sobrevivientes agudizan sus dificultades, con el afloramiento de conflictos o rasgos de personalidad que se escondía, como el que manifestó Romina. La ex diputada sacó a la luz un pensamiento sexista, en una conversación en la cocina, que compartió con Camila y la madre de La Tora. Todo se enrola en una movida de agasajo de la producción, que les ofrecerá una comida diferente a la que consumen habitualmente. En el plan de poder cocinar un asado, Romina soltó una serie de opiniones muy singulares. Todo comenzó cuando la ex legisladora le anunció a la progenitora de Lucila: “Nos van a dar para hacer un asado hoy a la noche”. La familiar de La Tora no pudo evitar esbozar una reacción positiva. La ex diputada aseveró que eso sucedería y añadió que se encargaría de comandar la parrilla, dado que confesó que le fascina esa actividad y que cuenta con conocimientos, hasta aseguró: “Me salen riquísimos, ahora voy a preparar la salmuera”. En la continuidad de la conservación, Romina puso en la mesa la posibilidad que se haga cargo el padre de Nacho: “Si no lo quiere hacer chuchito lo hago yo”. Al unísono, Camila y Gladys admitieron que no disponen de nociones para llevar a cabo una buena carne.  Así se produjo una opinión muy extraña de la ex legisladora, que llamativamente soltó una frase con tintes machistas, cero deconstruida, ya que exclamó: “Si el quiere, a ver es hombre lo dejamos que lo haga él”. Esas palabras se viralizaron rápidamente por las redes sociales.  Paparazzi