La enésima tragedia por un accidente de tránsito ocurrido ayer en Albardón pareció haber estado precedida de señales para evitar que sucediera. Pero ayer en la mañana, bien temprano, ni Diego Rodríguez ni su hijo Nahuel tomaron como advertencias los curiosos episodios que vivieron previo a encarar lo que sería su último viaje, Según Alfredo Palacios, su nieto trabajaba desde hacía unos meses en una fábrica de ropa en Rawson, en la que su padre se había convertido en su compañero de trabajo un par de semanas atrás. Hacia su nuevo lugar de trabajo, Diego se iba en su auto, un vehículo que acostumbraba a usar como ocasional remís con sus vecinos para así llevar algunos pesos a su casa cuando estaba desocupado. Pero ayer, el jefe de hogar decidió dejar su auto en casa porque, al parecer, tenía problemas en el embrague. Como nunca -explicó Palacios- resolvió irse con su hijo en la moto Appia 150 cc y entonces ocurrió lo que para la familia fue la segunda señal de advertencia, porque les costó bastante poder hacer arrancar ese rodado. "Se le rompe el auto y la moto no les arrancaba, como avisándoles, qué destino de m...", dijo ayer Palacios, con bronca e impotencia. Sin embargo, pudieron poner en marcha la moto y ambos enfilaron hacia su lugar de trabajo. Salieron de su casa en la Villa Marcó, en la zona de Campo Afuera, en Albardón, y no anduvieron mucho. A eso de las 6,40 de ayer sobre la Ruta Nacional 40, pocos metros al sur de la puerta de ingreso al cementerio departamental, ocurrió lo que parecieron advertir esos "extraños" episodios previos: Nahuel "se enganchó" en la moto con un ciclista que circulaba en el mismo sentido que ellos (también iba hacia el sur) y todos fueron a parar al piso. El ciclista fue a dar a la banquina y Nahuel derrapó con la moto que conducía unos 40 metros sobre el asfalto, explicaron fuentes ligadas a la investigación. La peor parte de ese sorpresivo choque se la llevó Diego Rodríguez, porque fue a parar al centro del asfalto y todo indica que hasta llegó a invadir con su cuerpo el carril de circulación contrario de la ruta, justo cuando pasaba un camión Fiat Iveco de la firma Barceló que llevaba combustible de YPF para la mina de Iglesia, dijeron fuentes judiciales. El resultado de ese encuentro fue letal, porque Rodríguez impactó con su cabeza en el paragolpes del camión y fue su fin. El caso es investigado por la UFI de Delitos Especiales que coordina el fiscal Adrián Riveros, con la colaboración del ayudante fiscal Leonardo Arancibia, peritos y personal policial.