Todo comenzó cuando un hombre fue sorprendido por las escenas de su propia hija. Cada vez que su abuelo intentaba acariciar a la nena de 10 años, ella lo rechazaba en reitaradas ocasiones. El 25 de marzo pasado le preguntó por qué tenía esas reacciones con su propio abuelo: "el P... es un cochino". Cuando el padre quiso saber por qué decía eso, la menor comenzó a ejemplificarle con señas, tocándose sus propios genitales. Algo confundido, el hombre interpretó que quizá su padre se tocaba las partes íntimas, pero entonces la nena le aclaró: "No, a mí me toca ahí" y enseguida le dijo que lo hacía cada vez que se quedaban a pasar las noches en la casa de ese hombre, que es escribano y tiene 71 años. Al otro día, el hombre denunció en la UFI Anivi que dirige el fiscal Nicolás Schiattino. Con el ayudante fiscal Alejandro Solera, encabezaron las averiguaciones de rigor que el último jueves cuajaron en un concreto pedido de investigación ante la jueza de Garantías, Verónica Chicón, por el delito de abuso sexual simple, agravado por el vínculo. El abogado de la Parte Querellante, Juan Humberto Fonzalida, adhirió al planteo fiscal. El sospechoso es asistido por el defensor oficial, Alejandro Martín García. En la audiencia que sirvió para imputarle el delito al escribano, Fiscalía también pidió que la menor sea entrevistada por psicólogos con el sistema de Cámara Gesell. Los dichos de la menor serán claves para la suerte del profesional, que seguirá libre pero sujeto a reglas de conducta.