Un agente del Servicio Penitenciario Provincial fue protagonista en la mañana del sábado de un violento y traumático hecho de inseguridad a los pocos metros de su casa en Chimbas. Fue abordado por al menos dos ladrones que intentaron llevarse su moto. Con el objetivo de evitar que se lleven su herramienta de trabajo, el hombre se aferró al rodado en donde por desgracias su mano quedó enganchada en la cadena y le amputó el dedo pulgar. Ángel Guevara contó el calvario por el que tuvo que pasar el pasado sábado a las 7 de la mañana. El hombre dijo que había salido de su casa y al llegar a Villa Unión, en Chimbas, tuvo un problema mecánico por el que tuvo que detener la marcha. “Me bajé para ver que sucedía y en eso me tomaron por los hombros y me arrastraron lejos de la moto, mientras escuchaba que decían, “dale, llévatela”, cuando a mí me tenían contra el piso”, explicó el trabajador. Frente a esta situación, Guevara quiso actuar intentando evitar que los ladrones se lleven su moto. “Me agarré de la parte trasera de la moto y no sé bien cómo, pero se ve que me enganche la mano en la cadena. No me di cuenta hasta que quise tomar mi arma reglamentaria y no pude manipularla y vi toda la sangre”, detalló el penitenciario. En ese momento se había dado cuenta de que había perdido el dedo índice. En ese momento Guevara fue asistido por dos agentes policiales  y la propietaria de un kiosco de la zona. “Por radio uno de ellos llamó a la ambulancia que llegó rápidamente. El personal médico me traslado junto con el dedo amputado para ver si era posible un injertarlo”, dijo el policía. Finalmente, el trabajador fue trasladado a una clínica privada donde fue operado de urgencia. “Me dijeron que ya no podían hacer nada con el dedo amputado porque había pasado mucho tiempo, así que perdí mi pulgar y tengo lesiones en el dedo índice”, concluyó Guevara.