Tras varios meses de capacitación, los efectivos del Servicio Penitenciario Provincial comenzaron a utlizar body cam en distintos sectores de la Institución. Se trata de 30 cámaras corporales que fueron distribuidas entre el personal de los 25 pabellones y en los sectores de Traslado, Sanidad y Requisa. Miembros de la Secretaría de Seguridad afirmaron que el objetivo de estos aparatos es poder registrar la actividad de las personas privadas de la libertad. Además, se podrán observar el accionar de los agentes y poder agilizar el trabajo en caso de producirse alguna alteración del orden.  Según los detalles brindados, estas modernas cámaras funcionan con un arnés portante y el efectivo controla su carga y almacenamiento. En este caso, en el área de Informática existe una estación de almacenamiento en la que se deja la cámara y se procede a la descarga de los 32GB, con una demora aproximada de 30 minutos. Luego de esto, la estación lo transfiere a un servidor que alberga el material tomado. Para resguardo del contenido, que sirve de elemento de prueba tanto para el registro interno como para una causa judicial, cada aparato tiene un cifrado que impide alterar el contenido o borrarlo. Las body cam cuentan con botones de acceso rápido como el de apagado, antipánico y el de emergencia y también funciona mediante monitoreo. Utilizan sistema operativo Android y cuentan con funciones de infrarrojo y wifi. Además, en caso de algún golpe, estos elementos son resistentes a caídas de 1.80mts de altura y son sumergibles. Por último, tanto el actuar de unos como otros queda grabado y todo registro de alteraciones del orden se traducen en expedientes disciplinarios.