Este martes 30 de mayo, padres y alumnos elevaron un petitorio ante las autoridades en donde los responsabilizan por los hechos ocurridos dentro de la institución y exigen unas disculpas por los presuntos improperios denunciados cuando los chicos realizaron una sentada en busca de esclarecer el caso de abuso sexual que conmocionó a la comunidad educativa hace quince días.  En el comunicado, que no lleva ninguna firma particular, aunque menciona que son los padres y alumnos, detallan que las autoridades se encargan de agradar las asimetrías que existen entre los adultos y adolescentes. Sostuvieron que la demanda de los chicos en la sentada y la denuncia de los directivos por los agravios recibidos "profundiza la distancia entre ambas partes del conflicto".  Los papás cuestionaron que los directivos se solidaricen con la víctima, pero no se hagan responsables. "¿Será que los jóvenes ante hechos aberrantes ven en sus educadores la desidia y el interés de minimizar los hechos ocurridos?", se preguntaron.  Pidieron que las autoridades se sumen al reclamo e investiguen "como corresponde". "Se espera que los adultos mayores trabajadores de la institución dejen de considerar a los padres y alumnos como irreverentes", detallaron en el petitorio. Antes de finalizar, los padres y alumnos dijeron: "Es muy necesario que el hecho que se denuncia y "los anteriores también" se visibilicen y se limpien".  EL COMUNICADO COMPLETO San Juan, 30 de mayo de 2023  Los abajo firmantes, padres y alumnos del Colegio Nuestra Señora de Luján, se dirigen a docentes, representante legal, directivo, gabinete, maestranza, preceptores y administrativos y, como respuesta a la demanda de una disculpa pública por, según manifiestan, los agravios, insultos recibidos quieren dejar constancia que tales improperios no sólo no sucedieron, sino que no fueron comprobados. Afirman, han sido víctimas en el marco de las "sentadas" realizadas por los alumnos del establecimiento. Esta demanda o exigencia profundiza la distancia entre ambas partes del conflicto.  Alumnos y padres son parte de la comunidad educativa que tanto declama, pero no se tiene en cuenta.  En el escrito firmado por los docentes del colegio, sólo se solidarizan con la víctima por la gravedad de lo ocurrido y no se responsabilizan de ello. Cabe resaltar que el comportamiento de los estudiantes, apoyados y acompañados por sus padres, responde a la tensión extrema de quienes son responsables por ser no sólo personal de planta permanente, sino adultos.  ¿Será que los jóvenes ante hechos aberrantes ven en sus educadores la desidia y el interés de minimizar los hechos ocurridos? ¿Será que no es el único hecho aberrante sucedido? La petición escrita por ellos sigue mostrando su verdadero espíritu, su verdadero comportamiento, su verdadera esencia. Sólo les importa la desobediencia y el agravio recibido, no lo humado, educativo y cristianamente esperable: sumarse al reclamo para intervenir como se debe, investigar, acusar, demandar, visibilizar, entre tantas otras para que esto no ocurra.  Se espera, desea y anhela que los adultos mayores trabajadores de la institución dejen de considerar a los padres y alumnos como irreverentes dejando de manifiesto, una vez más, que lo que verdaderamente importa es conservar la asimetría entre mayores y adolescentes.  La voz de quienes, hartos de comportamientos desidiosos, estáticos e insensibles, porque la prioridad es mantener la "buena imagen" ante el afuera se hizo escuchar. No soportar conductas que contradicen los objetivos de cualquier institución escolar y más cuando se trata de un Colegio Católico Apostólico Romano es lo que sucedió.  Jornadas de reflexión, de concientización, de sinceramiento son necesarias y saludables, pero "el enojo y repudio con la dinámica de micrófono abierta moderada por personal del Ministerio de Educación que habilitó a la escucha evidencia la cerrazón, ceguera y verdadera intención: callar, obedecer, consentir, permitir, ocultar, tapar para que NADA CAMBIE.  Es muy necesario que el hecho que se denuncia y "los anteriores también" se visibilicen y se limpien. Sólo se busca justicia, seguridad, respeto, empatía, sensibilidad por las víctimas y no por los victimarios. Para ello, los firmantes del comunicado expuesto deben mostrar y desistir de la necesidad de mantener la asimetría. Ellos son adultos, ellos son mayores, ellos son RESPONSABLES de todo lo que se suceda o se genere dentro del Colegio.  La autoridad no se impone. La autoridad se gana.  Atentamente Padres y alumnos del Colegio Nuestra Señora de Luján  "Madre Celestial, en vos confío".