El principal acusado por el atentado a Cristina Kirchner, Fernando Sabag Montiel, escribió una nueva carta desde la cárcel para, una vez más, desligar de responsabilidad a sus compañeros y afirmar que nadie estuvo detrás del ataque. “No fuimos contratados por nadie. Ni por Macri, ni Milei, ni Revolución Federal, ni Carrizo (jefe de la banda de los copitos). Nadie tuvo participación ni directa ni indirecta”, señaló Sabag Montiel, en su carta de puño y letra. “Ni siquiera a todos aquellos acusados de tener alguna participación como Revolución Federal o Hernán Carrol. Solamente demostraban descontento con la situación social y esto no demuestra vínculo alguno ni participación en los hechos. Es solamente parte de una expresión o manifestación de mis propios pensamientos”, aseguró. En su texto se refirió no solo a Cristina Kirchner sino también a la jueza María Eugenia Capuchetti, al fiscal Carlos Rívolo y a su defensor oficial Juan Martín Hermida. Además, le pidió protección a la Cámara Federal porque teme ser asesinado cuando lo trasladen a Tribunales para el eventual juicio oral en su contra. Las cartas están dirigidas a los camaristas Mariano Llorens, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia. Asimismo, tiene una intención implícita de reclamar excarcelación porque no hay “peligro de fuga” ni ningún otro riesgo procesal. QUÉ DIJO SOBRE EL ATENTADO “No hay nada más allá de lo visible y perpetrado por mí, nada más. Ningún político comprometería su libertad o su carrera política mandando a matar a Cristina”, insistió. “Los motivos del hecho son por ideas pensantes y propias ya que odiaba a todos los partidos políticos porque todos son ladrones y no bancan ni ideas ni valores”, manifestó. Además, es un pasaje muy duro señaló que él no es un “sicario”: “La que contrata sicarios para matar a Nisman es ella, no yo. Que no proyecte su psicopatía narcisista”. SABAG MONTIEL SE REFIRIÓ AL TELÉFONO SECUESTRADO En relación al teléfono secuestrado y cuyo contenido se malogró dijo que se trataba de “aparato falso” y que el original que él tenía desapareció. No obstante, más adelante, sostuvo que “lo borrado no fue accidental”, sino deliberado y culpó por ello a su defensor oficial y al fiscal Rívolo. “Hermida y la fiscalía número dos de Rívolo ordenaron borrar y resetear el segundo teléfono falso para eliminar evidencias y fotos de mis vehículos y dijeron en los medios que fue desbloqueado. En conclusión, rompieron el primer teléfono, el original y después resetearon el segundo teléfono falso alegando que no tiene imei cuando todos los teléfonos tienen imei”, manifestó. Y agregó: “No hay forma remota de que se formatee, jamás lo configuré para que se formatee remotamente ni lo rompí. El teléfono no se reseteó por varios intentos sino que lo resetearon conscientemente y a propósito”. La narración al respecto es confusa pero podría entenderse que el “teléfono original” fue borrado varios días después y no la noche del atentado. “El 4 de septiembre Brenda Uliarte fue obligada por Juan Martín Hermida y Federico Irusta a desbloquear mi celular. Ella sabía el patrón de mi clave y cuando encontraron evidencia agravante incriminatoria que necesitaban rompieron el celular. Mintieron que se rompió el 1° de septiembre”, indicó. Por otro lado negó cualquier vínculo con el diputado Gerardo Milman y en relación a ello acusó por “falso testimonio a Carlos Cleri, diputado nacional del Frente de Todos”. “No hay contacto de Milman, ni conmigo ni mis allegados”, subrayó.