Emilio y Liria se casaron el sábado pasado en Villa Carlos Paz. La ceremonia fue en el Registro Civil municipal y hubo fiesta en un restaurant de San Antonio de Arredondo. Hasta ahí, la historia se parece a la de cualquier pareja que decide “dar el paso” y formalizar en papeles una relación de matrimonio. Pero cuando se agrega el dato de que Emilio Bussano tiene 90 años y que Liria Gorordo cumplió 83 la cosa cambia y se transforma aún en más llamativa cuando se conoce que los enamorados se conocieron a través de Tinder, la plataforma de citas más utilizada en el mundo. A Emilio fue su nieta Sofía la que le armó el perfil de la red social porque ella siempre supo que su abuelo no es un hombre que se pueda acostumbrar a estar solo. Gustavo, uno de los hijos de Liria, fue el ”culpable” de subir las fotos de su mamá a Tinder y el teléfono empezó a marcar los “me gusta” de admiradores de todo el país y hasta de España. El tema es que Emilio es de Carlos Paz y Liria vivía en Casilda (Santa Fe). Así que después de “hacer match” comenzaron a conocerse a partir de largas charlas telefónicas. Se llamaban un par de veces por semana hasta que Liria quiso viajar a conocer a Emilio. La acompañó una hija y el “flechazo” –cuentan– quedó confirmado ese día. Otro día, Emilio tomó la decisión de ir a buscar a Liria a Casilda para que se viniera a vivir con él a Carlos Paz, previo al compromiso y propuesta de casamiento. Liria tuvo cinco hijos con su primer marido, del que se divorció. Luego formó pareja nuevamente hasta que en 2014 quedó viuda. Emilio tuvo dos hijos con su primera mujer y cuando quedó viudo se volvió a casar; su segunda mujer murió el año pasado. EL MATCH DE TINDER Sofía, la “celestina” del lado de Emilio, asegura que su abuelo es un hombre al que no le gusta estar solo. ”Yo no sabía dónde buscarle novia porque es un hombre que está muy bien. Tengo muchos conocidos en Carlos Paz y les preguntaba si no tenían alguna amiga para presentarle, pero no aparecía nadie. Entonces, una noche con mi hermana le dijimos que íbamos a descargar Tinder y él preguntó qué era eso”, contó Sofía. ”Ahora le tenemos que desinstalar la aplicación”, dice entre risas Sofía. ”Cuando apareció Liria con sus fotos en la nieve o en la playa, él dijo: ‘Ah, qué linda mujer’”, agrega la nieta que intervino hasta que consiguió el teléfono de Liria. A la mujer, en tanto, fue su hijo Gustavo el que le armó su perfil en la app de citas.”Le propuse armar Tinder porque estaba sola y no salía tanto, entonces era una forma de suplir esas salidas”, dice. Con Emilio, la distancia era un escollo, pero luego se superó. “El motor fue que se encontraron en la misma sintonía, estaban necesitando estar en compañía con un par, porque compañía tienen los dos y son los hijos y nietos”, comentó.