Pasaron cinco años desde aquella noche en la que el entonces el ex líder de Viejas Locas e Intoxicados Cristian “Pity” Álvarez fue detenido y señalado como el principal sospechoso en el asesinato de Cristian Maximiliano Díaz, un vecino del barrio Samoré, de Villa Lugano. Desde entonces, pasa sus días en un centro de rehabilitación de adicciones, hace música y sale una vez por semana para visitar a sus familiares, por lo que son pocas las imágenes que tanto sus seguidores como el público en general pueden conseguir del artista. Sorprendió así la publicación realizada por el Turco García, exjugador de Racing, quien a través de su cuenta de instagram compartió una instantánea en la que se los puede ver a los dos juntos abrazados, denotando una amistad evidente, vistiendo ropa deportiva, en tanto que el músico, quien llevaba una riñonera y su cabello lucía un tono rubio, tiene un cigarrillo en su boca. La imagen está acompañada por un mensaje que reza: “Con el Pity. Ayer reencuentro por la tarde. Puro Rock”, y García añadió a su posteo los emojis representativos de dos guitarras eléctricas. Por otra parte, en el mismo fallo, los jueces ordenaron el cese del arresto domiciliario del músico y que se le retire la tobillera electrónica que le fue provista, para controlar su atención médica en el tratamiento por sus adicciones en una clínica. También se dispuso la intervención del Juzgado Nacional en lo Civil 4 de Morón “ante la posibilidad de que, eventualmente, sea necesario disponer su internación involuntaria en un dispositivo adecuado para afrontar su cuadro de salud mental”. Los magistrados ordenaron que el cantante sea sometido a informes trimestrales para conocer la evolución de su estado de salud y establecer si en algún momento está en condiciones de ser juzgado por el delito de “homicidio simple”, que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión. En una conversación reciente con la agencia Télam, Cristina Congiú, madre de Álvarez, señaló que su hijo estaba “cumpliendo con un tratamiento en una comunidad terapéutica, tal como se le había impuesto”. Además, destacó que Álvarez continúa vinculado al mundo de la música, lo que le brinda un espacio de contención y expresión. “Pity” estuvo internado hasta el pasado mes de mayo en la institución terapéutica Solar Colonial, ubicada en la localidad bonaerense de Castelar, aunque luego fue trasladado a otro centro que, según su madre, es un lugar “muy familiar, donde recibe visitas y de donde puede salir una vez por semana para estar con su familia”. Allí, el 28 de junio pasado, celebró su cumpleaños número 51. Con respecto al estado físico de “Pity”, su madre dijo que a sus adicciones sumó un grado severo de diabetes durante la pandemia de 2020, lo que obligó a internarlo en la terapia intensiva del hospital Dr. Antranik Eurnekian, de Ezeiza. “Cuando ingresó en el Prisma (Programa Integral de Salud Mental del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza) pasó situaciones límite porque no podíamos acceder al lugar. En nueve meses que estuvo allí hizo que le explotara la diabetes. Tuvo que ser internado con casi 800 de glucosa en sangre”, recordó Congiú, quien añadió que en la actualidad “Pity” se encuentra tratado con medicación.