Una bomba de tiempo. Para los investigadores, esa situación se producía en un departamento para alquilar en el centro, donde había por lo menos tres aparatos que funcionaban con gas (una cocina, un calefactor y un calefón) sin ninguna medida de seguridad exigida para habitar ese monoambiente (parecía haber sido un garaje) porque no existían las rejillas de ventilación para el recambio de oxígéno con el exterior y porque los aparatos tampoco contaban con vías de escape para evacuar los restos de la combustión, indicaron fuentes judiciales.   A grandes rasgos, llegaron a esa conclusión los peritos de Ecogas y así se lo hicieron saber al fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Iván Grassi, quien no dudó en solicitar una audiencia para formalizar la investigación por el presunto delito de triple homicidio culposo agravado por el número de víctimas, contra los propietarios del departamento situado al 337 Norte de la calle Entre Ríos, en Capital. Allí hallaron los cuerpos sin vida de tres mujeres el pasado 12 de agosto, sobre las 4 de la mañana. Las personas que quedarán formalmente imputadas son Teresa Scalise y José Muñoz. Indicaron que no sólo los complica la pericia de Ecogas, también los compromete un informe municipal sobre el hecho de que el local no estaba habilitado para ser utilizado como hospedaje de personas. Todo se supo cuando la madre de la menor de las víctimas, una chica de 17 años, le insistió a la propietaria de la casa para que le abriera porque le habían dicho que su hija se encontraba en ese lugar, pero se cansó de golpear y nadie atendía. Cuando abrieron, se toparon con la chica, pero muerta, igual que otras dos amigas, "Sasha" (Leonardo Alfredo Dubois, 18 años) y "Yeni" (Sebastián Narváez, 21 años). Apenas llevaban una semana alquilando en el lugar, indicaron. Las víctimas mortales pudieron ser cuatro, pero la joven restante había decidido irse por cuestiones particulares el viernes alrededor de las 8. Luego declaró que se fue "con dolor de cabeza" y para los pesquisas esa es una muestra más de que la oxigenación no era óptima en el departamento. La principal hipótesis es que pudieron haber encendido la cocina para calentar agua en una pava, que hallaron casi fundida pero con la hornalla apagada. El calefactor y el calefón, sin embargo, aún estaban encendidos y todo parece indicar que esos aparatos consumieron el oxígeno del ambiente y liberaron restos de combustión que intoxicaron a las tres jóvenes, quienes habían pasado al menos 18 horas "encerradas", contadas desde la última vez que las cámaras revelaron que una de ellas salió y volvió a entrar, a media mañana del viernes. La autopsia reveló que fallecieron por monóxido de carbono y llevaban al menos 8 horas sin vida.