L-Gante salió de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes y su corazón se llenó de alegría. Después de pasar 100 días en prisión, se mostró con barba candado, el cabello más largo y en un estado reflexivo. “Se hará justicia. Estar preso obvio que no está bueno, pero estar acá es más que nada para recapacitar y aprovechar el tiempo que estás acá para pensar de buena manera”, dijo ante la prensa. Sus amigos, quienes fueron a buscarlo, lo llevaron directamente a General Rodríguez para que pudiera reunirse con Tamara Báez y su hija Jamaica. En ese lugar, un peluquero lo estaba esperando con las tijeras afiladas para comenzar la transformación. “Después de la cárcel, el corte de la libertad. Ahora a comerse el mundo, paaaa”, escribieron desde Dajaga Barbershop. L-Gante afirmó que su período en prisión lo ayudó a fortalecerse mentalmente y a prepararse para comenzar una nueva etapa en su vida. “Voy a cuidarme un poco más y no darle oportunidades a las cosas malas. Le voy a meter a todo lo que a mí me gusta”, exclamó.