La jueza de Garantías Gemma Guerrero se opuso al pedido de los defensores del médico Miguel Amado (60) de hacer la reconstrucción del hecho en el marco de la causa por el presunto abuso sexual de dos pacientes en el Hospital Ventura Lloveras de Sarmiento. La medida fue solicitada por Martín Zuleta y Silvia García Gutiérrez, abogados del médico, en la audiencia de control de acusación, instancia en la que se piden y depuran las pruebas que se van a producir en el juicio. Y en un principio había levantado polémica, pues Fiscalía, representada por el fiscal Mario Panetta (UFI Cavig), había cruzado con dureza esa solicitud, en virtud de que -según su criterio-, las denunciantes iban a ser revictimizadas. Hay que destacar que luego Zuleta aclaró que no pretendía la repetición de los supuestos manoseos, sino hacer hincapié en la disposición del lugar, teniendo en cuenta que una de las armas de la defensa está vinculada a que resulta difícil que el médico haya abusado de las pacientes teniendo en cuenta que el lugar no permite la intimidad de un consultorio, ya que en su lugar hay pequeños boxes separados por cortinas o biombos. Zuleta dejó en claro que nunca solicitó un careo entre su cliente y las dos denunciantes. Por otro lado, la jueza Guerrero tampoco dio lugar a la solicitud de una inspección ocular en el hospital donde ocurrieron los presuntos ataques. Este lunes la causa finalmente fue elevada a juicio. El fiscal Panetta anticipó que buscará una condena de 4 años de cárcel y el mismo tiempo de inhabilitación para el médico Amado, también conocido en el teatro local por su rol de actor, quien está acusado de haber manoseado a las dos mujeres el año pasado. Es por eso que le imputan el delito de abuso sexual simple (dos hechos). Del otro lado, los defensores buscarán que su cliente sea absuelto. Según la acusación, Amado se propasó con una mujer el 19 de octubre del año pasado, cuando ella fue a atenderse al Hospital Ventura Lloveras por un malestar estomacal. En la denuncia consta que el médico le hizo tacto en el abdomen y en la espalda, y que luego de eso bajó sus manos a los glúteos. La denunciante también expresó que la tocó por debajo del pantalón. La otra presunta víctima fue al hospital algunos días después, el 3 de noviembre. Ella refirió que iba por un dolor de garganta y que el médico le terminó tocando sus pechos. Fue esta mujer la primera que denunció el caso ante la UFI Cavig. Cuando la información salió a la luz en los medios, la otra supuesta víctima (no se conocen entre ellas) recordó lo que le había pasado y se animó también a exponer su experiencia ante la Justicia.