El médico ginecólogo, Ricardo Daniel Ortiz, fue condenado por homicidio culposo a tres años sin encierro y a seis sin habilitación. El veredicto se dio el pasado 23 de octubre por el juez de la Unidad Conclusiva de Causas, Ricardo Moine. El caso por el que fue condenado Ortiz es el de Valeria Robles, la mujer de 39 años que murió durante una cesárea de urgencia en la Clínica Mayor el 19 de agosto de 2018. El veredicto de Moine, respaldado por la fiscal Claudia Salica y la abogada de la familia de la víctima, María Cristina Naveda, incluyó una condena de tres años de cumplimiento condicional y seis años de inhabilitación para Ortiz, lejos de la expectativa inicial de los acusadores que buscaban una condena más severa. "Se comprobó que actuó mal, si hubiera hecho lo correcto a Valeria la tendríamos con nosotros. El fallo nos trae alivio, algo de paz y también tristeza porque a Valeria ya no la vamos a tener más", manifestó Salinas, esposo de la mujer.       La defensa de Ortiz, a cargo de Federico Aguiar, insistió en la inocencia del acusado y solicitó su absolución, argumentando que el suceso fue una "fatalidad" imprevisible en su extensa carrera médica. El propio Ortiz subrayó su experiencia en más de 1.000 nacimientos y su conocimiento en el manejo de pacientes con hipertensión, enfatizando que la tragedia fue imprevista y no atribuible a su actuación médica. Entre tanto, se revelaron discrepancias en relación con la decisión de la paciente de permanecer en la Clínica Mayor. Salinas desmintió la afirmación de Ortiz, sosteniendo que de haber conocido las circunstancias, habrían optado por un centro con mejores condiciones. La fiscal Salica condenó las declaraciones del acusado por atribuirle palabras a una persona fallecida, calificándolas como "repugnantes" y engañosas.