A pocos días de haberse casado por iglesia, Sol Pérez habló sobre la relación con su flamante marido, Guido Mazzoni, generando sorpresa por sus declaraciones. Primero, aseguró que hubiera suspendido la fiesta que realizarán a fin noviembre si se hubiera enterado a tiempo que coincidiría con el regreso de Gran Hermano. Luego, en diálogo con Catalina Dlugi, reveló que en la pareja no todo está teñido del amor y la felicidad que se vio reflejada en las imágenes de su boda religiosa. Así como mostró la parte linda de su amor con Guido, también confesó cuáles fueron los peores momentos de la convivencia. "A veces cuesta llevar la pareja porque la vida te pone a prueba. Hay que trabajar mucho en el vínculo, y tuvimos un verano que fue fatal. Guido es una persona que no pelea, no discute por nada, prefiere tomarse un café y conversar, nosotros básicamente no peleamos", contó la modelo. Una de las mayores diferencias que tuvo la pareja fue la cantidad de tiempo que Sol le dedicaba a su trabajo. Desde su explosiva aparición en los medios, Sol siempre estuvo dedicada a progresar en una carrera que la apasiona. Eso los llevó a tener un momento de sosobra en la pareja. "Cuando tuvimos la crisis, yo estaba totalmente agotada y sobrepasada de trabajo, móviles, teatro, programa, y era mucho para él, porque él lleva otro ritmo. Casi lo pierdo, tuve que remar mucho para recuperarlo", expresó Sol Pérez en Agarrate Catalina. "Yo creía que era mi momento de brillar y no paraba. En ese momento, Guido llegó a no querer saber más nada, porque estaba al lado mío que estaba 100% abocada al trabajo, y me dijo que sentía que ya no era él mismo y que no quería eso para su vida", reveló la modelo. Por suerte, Sol pudo equilibrirar la balanza entre el trabajo y el amor y hoy están felizmente casados.