El papa Francisco prefirió no leer un discurso que tenía preparado para darle la bienvenida a los miembros de la Conferencia de rabinos europeos. En este contexto, el pontífice explicó que no se encontraba bien de salud y que prefería darles su palabra a través de otro medio. "Buenos días, los saludo a todos y les doy la bienvenida. Gracias por esta visita que tanto me gusta, pero sucede que no estoy bien de salud y por eso prefiero no leer el discurso sino dárselo y que ustedes lo lleven", expresó el papa, con voz cansada y levemente ronca. Durante horas, el Vaticano no compartió información sobre el estado de salud de Francisco, quien no interrumpió las actividades de su agenda y mantuvo numerosas audiencias a lo largo de la mañana. Asimismo, aún mantiene la celebración del encuentro con cerca de 7000 niños de todo el mundo que se llevará a cabo esta tarde en el aula Pablo VI del Vaticano. Sin embargo, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, aclaró cómo se encuentra el papa tras sus dichos y los motivos de su decisión ante los rabinos. En este sentido, especificó que se encuentra "un poco resfriado", pero que realizará sus actividades regularmente.