Mientras el fiscal que investiga el caso del presunto fraude de más de 5 millones de pesos en combustibles dentro del Ministerio de Turismo, ya conocieron los nombres de los 7 implicados que comparecerán el viernes próximo en Tribunales. Uno de ellos, el principal involucrado, es el jefe de movilidades del organismo provincial y los seis restantes son los playeros de una conocida estación de servicio del centro de San Juan, donde supuestamente se realizaron las maniobras ilícitas. El próximo viernes 10 de noviembre está prevista la audiencia de formalización. Allí, el fiscal Renato Roca junto con los ayudantes fiscales Maximiliano y Cristian Gerarduzzi, de la UFI Delitos Especiales, solicitarán formalmente al juez de garantías Juan Gabriel Meglioli la imputación y la apertura de la causa penal contra los siete sospechosos. El delito, presunta defraudación. La denuncia fue radicada el 16 de agosto último por los responsables de la estación de servicio Santa Clara, ubicada en la calle Salta, entre Rivadavia y avenida Ignacio de la Roza, Capital. Esa presentación puso al descubierto las maniobras fraudulentas que dejaron en la mira al jefe de movilidades del Ministerio de Turismo y a los empleados que trabajaban en los surtidores de la bomba de nafta. En la lista de sospechosos figura principalmente Matías López, quien era el responsable de las movilidades en Turismo y trabajaba desde el 2016 en dicha cartera. Los otros implicados, cuyos nombres no se conocían hasta esta semana, son Walter Rojas, Hugo Pérez, Gabriel Cabrera, Leandro Menéndez, Alejandro Díaz y Gabriel Rosales, todos playeros de la estación de servicio Según la denuncia, las sospechas empezaron antes del mes de agosto a raíz de que detectaron reiteradas cargas de combustibles en pocos días y que eran facturadas a la cuenta corriente del Ministerio de Turismo mediante tarjetas Ticket Car-Edenred. También descubrieron que los vehículos que cargaban combustibles no eran las movilidades oficiales pertenecientes a Turismo, sino que aparentemente aparecían rodados particulares, según una fuente del caso. Además, a partir de los registros notaron otras irregularidades, tales como que se expendía litros de nafta súper y diésel 500 y por otro lado se facturaba por el combustible más caro, el Infinia. Se sospecha que Matías López y los seis playeros de la estación de servicio estaban complotados. La maniobra supuestamente consistía en facturar al Ministerio de Turismo, cuando el combustible se había vendido a ocasionales clientes o había sido cargado a sus movilidades particulares. Esto habría ocasionado un perjuicio que supera los 5 millones de pesos. Fuentes oficiales contaron que cinco de los empleados de la estación de servicio ya fueron echados de la empresa, mientras que hay otro, el de apellido Menéndez, todavía no puede ser despedido por contar con fuero gremial. De todas maneras iniciaron el proceso para desvincularlo de la firma.