Un hombre de 67 años llevó a su pareja muerta de un tiro en la cabeza a un hospital de Lomas de Zamora y denunció que la habían baleado durante un asalto en Lanús. La policía desconfió de la versión del hombre que quedó detenido y luego confesó el femicidio. Él la había asesinado tras una discusión y que había descartado el arma. "Quiero contarles la verdad. Estábamos discutiendo con Roxana y le pegué un tiro en la cabeza y tiré el arma", fue la frase que dijo el hombre en su confesión. La víctima fue identificada como Carina Roxana Ferreyra, de 43 años. El hecho se registró el domingo cuando Ismael Antonio Rodríguez, de ocupación changarín, se presentó en la comisaría 5ta. de Lanús, para denunciar que alrededor de las 18.20 fue víctima de un asalto cuando circulaba con su camioneta Ford F-100 color celeste en la intersección de las calles Pasaje Gaita y Pellegrini, de la localidad de Villa Diamante, en el sur del conurbano. Rodríguez explicó que iba con su pareja, Ferreyra, cuando les cruzaron un auto para detener su marcha, del cual bajaron dos delincuentes, y cuando uno de ellos ingresó medio cuerpo por la ventanilla se puso a forcejear con la mujer y le efectuó un disparo con un arma de fuego. El denunciante contó que desde allí trasladó en su vehículo a la mujer hasta el hospital Oscar Alende de Ingeniero Budge, donde Ferreyra ingresó ya fallecida con un balazo en el cráneo y en el rostro. La causa de lo que parecía ser un homicidio en ocasión de robo comenzó a ser investigada por la fiscal en turno, Silvia Bussano, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lanús, quien de inmediato puso a trabajar a los detectives del Grupo Táctico Operativo (GTO) de la seccional con el fin de ubicar potenciales testigos y cámaras de seguridad para reconstruir el hecho y hallar alguna imagen y pista sobre los autores del crimen. Alrededor de las 23 horas, y ante las "inconsistencias" de Rodrígues, el hombre se quebró de manera espontánea ante los investigadores y, frente a un testigo, pronunció las frases con las que confesó que había mentido sobre el asalto y que él la había asesinado en una discusión. Rodríguez quedó aprehendido de inmediato y, al tratarse de un femicidio, la fiscal Bussano giró todas las actuaciones a su colega Mariela Verónica Montero, de la UFI 8 Especializada en Violencia Familiar y de Género de Lanús.